El Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden) no debe desaparecer, sino fortalecerse para garantizar la reparación integral; su permanencia contribuirá a seguir atendiendo a la población ante situaciones de emergencia, y desaparecerlo, como propone Morena, perpetuaría el ciclo de pobreza en la población sin recursos para contratar un seguro contra desastres, plantearon diputados de la Comisión de Protección Civil de la Cámara de Diputados.

Mantener ambos fondos [Fonden y Fopreden] es necesidad indispensable para el Estado mexicano, se resalta en una opinión presentada ayer y abierta a discusión, antes de votación.

El texto busca recomendar que el Fonden se fortalezca en tres sentidos: eficiencia y transparencia; prevención y reconstrucción con menor riesgo, e implementación de estrategias integrales de ­recuperación.

También propone mantener el Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (Fopreden) como garantía de paz y tranquilidad de la población ante riesgos ­catastróficos.

Durante una reunión virtual, la presidenta de la comisión, Nancy Reséndiz (PES), leyó la redacción propuesta, respecto de que los recursos del Fonden reducen el riesgo de caer o permanecer en trampas de pobreza a causa de un desastre.

Además, señaló que si bien la reforma propuesta por Morena propone acabar con la discrecionalidad, el manejo opaco y abuso cometido con casi 300 fideicomisos en 40 años, una de las ventajas del Fonden es el acceso pronto y eficiente, con reglas claras, en temas como prevención y atención de desastres que, por su propia aleatoriedad, requiere acceso a recursos oportunos.

Siempre hay desastres potenciales, no sabemos cuántos, cuáles y en dónde, y es necesario tener con qué responder, agrega el texto.

Para mantenerlo, se recomienda la revisión, actualización y fortalecimiento de las reglas de operación, así como los lineamientos para garantizar la transparencia y rendición de cuentas.

La opinión defiende al Fonden como un instrumento que permite contar, ante un desastre, con disponibilidad de recursos de manera oportuna para atender emergencias, sin reasignaciones que podrían afectar programas de otras dependencias.

También se le definió como un fondo que evita que las amenazas desestabilicen la economía y ­atiende, de manera oportuna, a familias y daños a infraestructura y viviendas.

Es una herramienta valiosa que debe preservarse. Sin la necesidad de contratar deuda pública o aumentar impuestos ha permitido atender emergencias y desastres.