La reforma a las pensiones para trabajadores del sector privado anunciada esta semana no es perfecta pero ayudará a revertir los montos frustrantes que recibían al concluir su vida laboral bajo el sistema de las Afore, consideraron este viernes representantes del sector empresarial.

Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), comentó que la iniciativa, presentada el miércoles por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es total y absolutamente necesaria.

Explicó que las reglas de elegibilidad del actual sistema son muy estrictas y sólo 30 por ciento de trabajadores pueden acceder a una pensión mínima garantizada.

Sin embargo, los empleados se daban cuenta de que el monto de su pensión era verdaderamente frustrante, pues la tasa de remplazo –los recursos recibidos como proporción de su último salario– es de 30 por ciento, insuficiente para cubrir sus necesidades.

Señaló que se debía corregir eso, y había dos alternativas: Aumentando impuestos y haciéndose cargo el Estado, lo cual se traduciría en mayor costo para las personas físicas y morales, o solucionarlo con una visión de tiempo”.

Guillermo Zamarripa, integrante de la comisión de pensiones del CCE, consideró que dicha reforma no genera incentivos para la informalidad, pues pasarán dos años de gracia para que comience a aplicar y ocho de transición para lograr el 15 por ciento de aumento, en total 10 años.