México debe tener un plan de inversión para atraer a las empresas y cadenas de suministro que se le presentarán como oportunidad por el conflicto entre China y Estados Unidos, advirtió el embajador de este último, Christopher Landau.

El país –dijo– debe pensar particularmente en aquellos sectores donde es más eficiente y tiene ventajas competitivas.

Defendió en seguida la postura de su gobierno en ese diferendo con la nación asiática: Para mí no es sólo una cuestión de esta administración. Creo que en todo el espectro político de Estados Unidos hay una creencia de que China se ha aprovechado de nosotros durante los últimos 20, 30 años y eso se acabó.

Convocado por el Tecnológico de Monterrey junto con el presidente de FedEx Express y de la American Chamber of Commerce, Jorge Torres, para analizar las nuevas oportunidades comerciales para la relación bilateral una vez que pase la crisis por el Covid-19 y con la entrada en vigor del T-MEC, ambos coincidieron en que el tratado crea muchas oportunidades de prosperidad, pero tampoco es una varita mágica que por su mera existencia cambiará todo. Abre las puertas a oportunidades pero nos toca a todos aprovecharlas.

Landau dijo que las reformas laborales que hizo México ante las negociaciones del T-MEC ponen una cancha más equitativa y sana a largo plazo; aunque asumió que en el corto plazo puede haber dificultades porque es una reforma bastante dramática en cuanto a la democracia laboral y al sindicalismo.

Indicó, sin embargo, que ese tratado no se habría aprobado en el Congreso de su país si no se hubieran hecho las adecuaciones en materia de trabajo, pues hay la percepción en Estados Unidos de que muchas de nuestras fábricas y empresas se mudaron a México después del TLCAN porque aquí había salarios mucho menores.

El embajador elogió la coordinación entre los dos países en la emergencia sanitaria, porque pese a improvisar sobre la marcha, ninguna empresa paró actividades por falta de suministros.

Admitió, que hoy seguramente los habitantes de la zona fronteriza ya están hartos de las restricciones para los viajes personales y de ocio; sin embargo, la situación sigue bastante delicada en esa región y estamos siguiendo los consejos de las autoridades sanitarias, señaló.

En su intervención, Jorge Torres ubicó los vínculos bilaterales como indisolubles. Y aportó datos: 67 por ciento del producto interno bruto mexicano depende del comercio internacional, y prácticamente 80 por ciento de los productos que exporta van a Estados Unidos.

Nuestras cadenas de valor están profundamente integradas. Somos los mejores aliados y nuestra integración seguirá siendo permanente (...). Hemos demostrado voluntad por avanzar conjuntamente en materia comercial porque tenemos grandes ventajas competitivas. En 2019, México se convierte en el primer y más importante socio comercial de Estados Unidos y también en el primer cuatrimestre de 2020, con una generación de intercambio comercial de 175 mil millones de dólares, subrayó.