Lunes 27 de julio de 2020, p. 22
La privatización del sistema de retiro ha dejado en países de América Latina y Europa resultados insatisfactorios, ya que no se cumplieron las metas de ofrecer mayor cobertura. Las pensiones no sólo se estancaron, sino, en muchos casos, empeoraron, por lo que la tendencia mundial es revertir el esquema, afirma un estudio elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) entre 2017 y 2019.
Tras advertir que el aumento imprevisto de los costos de gestión de los sistemas de pensiones privatizados repercutió significativamente en el nivel de las prestaciones, en el Informe mundial sobre la protección social 2017-2019 se señala que México es el país con costos más altos en ese renglón.
En México y Argentina representaban 38 y 32 por ciento de las cotizaciones. El promedio no ponderado de los costos de gestión de 11 países de América Latina, expresado como porcentaje de las cotizaciones, fue de 26 puntos en 2003, indica.
La semana pasada el gobierno federal, junto con representantes del sector empresarial y sindical, dio a conocer una iniciativa que fue remitida al Congreso de la Unión para modificar el sistema de pensiones en México.
Aunque dicha propuesta busca elevar los montos de las pensiones con un incremento de la proporción contributiva de la parte patronal, así como disminuir el periodo de cotizaciones para alcanzar un pago, en la iniciativa se mantiene el modelo de Afore en México que está vigente desde 1997, con cuentas individuales que son administradas por la banca privada, con cobro de comisiones por el servicio.
El estudio indica que tras reformas en distintos países durante la década de los 90 para privatizar el sistema de pensiones, en casi todas las naciones que establecieron cuentas individuales las tasas de cobertura y los niveles de las prestaciones se estancaron o disminuyeron
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