La pandemia de Covid-19 ha tenido efectos positivos en las plataformas digitales, aunque también ha provocado atrasos en otros segmentos. A las empresas fintech (acrónimo de Financial Technology) en México les retrasó su consolidación y puso en riesgo la operación de algunas, pese a su esencia electrónica, afirma Luis Silva, director general de la Asociación Fintech México.

En entrevista, comenta que si bien se tiene la expectativa de que con la puesta en marcha de la Ley Fintech en México se consolidará ese segmento de empresas financieras 100 por ciento digitales, la crisis sanitaria frenó ese proceso, pues quedaron paradas algunas solicitudes de operación en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

La pandemia retrasó la consolidación. En un escenario sin Covid-19, a estas alturas, ya habría autorizaciones para algunas de las 95 empresas que solicitaron aprobación para operar. La mayoría ya tendría resoluciones, pero la epidemia retrasó el tema. La CNBV anunció tres retrasos y quizá las autorizaciones salgan ya en las semanas próximas, comenta.

Silva considera probable que en octubre próximo habrá un panorama más claro sobre la situación y las regulaciones por las autoridades, y será en 2021 cuando se consolidará el sector fintech en el país.

Expresa que si bien las plataformas enfocadas en ahorro, medios de pago y ciberseguridad han tenido un crecimiento inesperado durante el confinamiento, hay otras, como las de fondeo colectivo, que enfrentarán retos, dado que las inversiones o atracción de capital se encuentran en un momento muy incierto.

Las compañías más comprometidas

Es sencillo. El fondeo colectivo junta lo peor de los dos escenarios, porque opera como intermediario entre empresas que quieren invertir y personas que solicitan un crédito. Por un lado, los inversionistas pausan sus inversiones y la cartera se deteriora. Esas serán las compañías más comprometidas, apunta.

Como las fintech de este tipo no pueden colocar dinero por sí mismas, necesitan inversionistas. Si se deteriora la cartera y se van las inversiones, es difícil la situación. También hay un reto para las fintech que se enfocan en dar crédito a las personas físicas con actividad empresarial, porque existe poca demanda o el riesgo de prestar es más alto, apunta.

No obstante, detalla, México prevalece como el país de mejores oportunidades para las firmas de tecnología financiera, debido a su ubicación geográfica y la gran cantidad de personas que aún no están incorporadas al sistema financiero.

Por ejemplo, Perú es una nación que busca mucho entrar a México. Tenemos una ley que si bien no regula todo el ecosistema, da oportunidad. En Latinoamérica estamos bien posicionados y por años, históricamente, Brasil y México han competido en el sector, pero existe más oportunidad de inclusión aquí, asegura.

Roberto Vélez, director de adopción y socialización fintech de la consultora DAI, sostiene que la importancia de México en la región es de tal magnitud, que en nuestro país se lanza el proyecto Caravana, el cual busca y tiene como propósito que las empresas medianas y pequeñas más afectadas por la crisis puedan tener acceso a ese tipo de herramientas y así una pronta reactivación.

Nosotros ampliamos el panorama y buscamos a todas las plataformas que interactúan con usuarios finales, crédito, ahorro o pagos. Entonces, estamos haciendo lo posible por tener más fintech de toda la región en México, expresa.