as instancias de justicia de gobiernos pasados y sus finanzas se caracterizaron por la cantidad de irregularidades en los ejercicios fiscales que son, entre otras, las señales de los grandes desfalcos a la nación. Los cheques millonarios en abundancia que salían de las oficinas de los altos mandos del gobierno federal se reproducían como por arte de magia. Mientras tanto, la población se empobrecía a niveles de vergüenza. Nos ha costado cara la inmoralidad de nuestros gobernantes neoliberales.
Los sobornos se convirtieron en una forma de políticas públicas para cualquier funcionario. Pasarán varios años para conocer a fondo la verdad sobre la llamada Estafa maestra. Ninguno de los crímenes millonarios es aislado. La corrupción se toleró a lo largo de todos los sexenios neoliberales. El resultado devino en tragedia nacional.
En cuanto a la enorme cantidad de dinero que se desvió de diversas áreas de la economía nacional, ésta se irá conociendo conforme se hagan efectivas las denuncias y se restauren los daños. Por lo pronto, el desfalco a Petróleos Mexicanos (Pemex) fue de alrededor de 4 mil millones de pesos, y probablemente nos quedamos cortos.
Faltan todavía denuncias que ayudarán a medir, con mayor exactitud, el tamaño del fraude a México. Muchos personajes tendrán que declarar ante las autoridades competentes por su traición a la patria. Sin embargo, tal vez la verdad se conocerá a medias, pues las artimañas para desaparecer el dinero del erario sólo las conocen los funcionarios delincuentes de esos sexenios.
Sin embargo, lo que sí debe conocer la població es la cantidad de lo recuperado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), especialmente por el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), pues la suma de los botines es tan grande que parece una fantasía.
Las denuncias han estado a la orden del día. Desde 2017, cuando el 15 de agosto el Partido Morena presentó denuncia ante la entonces Procuraduría General de la República, en contra del coordinador de la campaña electoral de Enrique Peña Nieto.
En 2012, el doctor Emilio Lozoya recibió un estímulo
de 10 millones de pesos por parte de Marcelo Odebrecht a cambio de contratos para su constructora. La reforma energética iba viento en popa derramando cifras millonarias por la privatización de Pemex.
Aunque dice tener en su poder videos y grabaciones que lo presentarían como víctima de presiones de otros altos funcionarios, entre ellos su jefe, el presidente Peña Nieto, surge la pregunta ¿por qué no renunció ante el eminente fraude? El ex director de Pemex ya contaba con varios millones de pesos en su haber como para retirarse del negocio que les estaba dejando la reforma energética.
La verdad debe conocerse, pues no estamos hablando únicamente de dinero, sino de estragos sociales, de crímenes, de lesiones a la sociedad y, sobre todo, de pérdida de vidas inocentes y valiosas. Y, como dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, no se trata de venganzas, sino de actos de justicia, porque vivimos en un estado de derecho. Quienes estén llamados a declarar deben asistir sinque se consideren culpables sólo por ser citados o por el hecho de presentarse ante las autoridades.
En el Poder Judicial, los sobornos y los desvíos tuvieron un precio todavía más alto, los cientos de asesinatos a manos de narcotraficantes o de representantes de la ley quedaron en la impunidad.
Las irregularidades en los ejercicios fiscales se dieron en todos los niveles. En 2018 la Policía Federal,ya extinta, cometió ilícitos en el ejercicio de su presupuesto. Se compró equipo y se cubrieron gas-tos diversos muy por encima de lacifra oficial. Más aún en la revisión de la Cuenta Pública de 2018, la Auditoría Superior de la Federación detectó un desfalco por 2 mil 53 millones de pesos, equivalente a 53.2 por ciento del presupuesto total ejercido en tres partidas presupuestales. Esta irregularidad só-lo fue una de tantas.
La impunidad pagada con sobornos millonarios fue generando un ambiente de inseguridad social que ha puesto en alto riesgo a la población. Los ejemplos son innumerables.
En esta serie de denuncias, relacionadas con sobornos y extorsiones, estuvo la del dirigente sindical Hugo Bello Valenzo, de la Confederación Libertad de Trabajadores de México, la que pretende seruna de las más fuertes en el presente sexenio. La Unidad de Inteligencia Financiera ya congeló sus cuentas bancarias. Las transferencias detectadas fueron millonarias, y son el resultado de innumerables homicidios, extorsiones, despojos y secuestros.
Pero también se van presentando acciones en favor de la justicia: niegan amparo contra arraigo a El Mochomo, ligado al caso Ayotzinapa. Este asunto no puede quedarse sin hallar y juzgar a los culpables.