Con un llamado a que los trabajadores de la salud y sus organizaciones sindicales y profesionales unan esfuerzos y voluntades para impulsar un sistema público y solidario de salud y seguridad social, concluyó la conferencia internacional sobre esa actividad, que se celebró mediante videoconferencia, con participación de personal sanitario, académicos y sindicalistas de más de 15 naciones.

Organizado por la Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos, que encabeza Antonio Vital, se destacó que se requiere un sistema público que privilegie la atención médica preventiva, oportuna e integral, que asegure el trabajo digno y el desarrollo profesional de personal médico y paramédico.

Profesionistas, sindicalistas y académicos de Italia, Francia, Brasil, Argentina, Colombia, Estados Unidos y México analizaron la situación de los trabajadores de la salud y los sistemas de atención médica en la coyuntura del Covid-19 y coincidieron en que las políticas neoliberales de mercantilización y privatización han desmantelado los servicios públicos de salud.

Ello ha reducido la capacidad de las instituciones y los estados para atender las epidemias y emergencias sanitarias. La transferencia de los fondos públicos a los negocios de las farmacéuticas y la disminución en la formación de profesionales sanitarios, así como la precarización del empleo en ese sector, limitan la capacidad de los gobiernos para cuidar la salud de los pueblos.

En esa Conferencia Internacional de Trabajadores de la Salud, en que participaron profesionales de más de 15 países, se resaltó el fracaso de las estrategias de los organismos mundiales, la OMS en particular, en la detección, contención y control de la epidemia que se extendió a todo el orbe en menos de 100 días.

Se ha privilegiado la visión hospitalaria y mercantil del cuidado de la salud. La pandemia no ha sido controlada y los médicos y paramédicos, así como trabajadores de la salud y de sectores esenciales están en situación vulnerable, sin una política de protección y valoración. Se oculta de manera deliberada el número de trabajadores de la salud afectados, se resalta en las conclusiones.