Un maniquí es el indicio fantástico para comenzar una investigación acerca de una serie de sucesos y ecos del pasado en el teatro Milán, que bajó el telón tras el terremoto de septiembre de 1985.

Las instalaciones del recinto, ubicado en la colonia Juárez, protagonizan una historia de misterio que se retoma como “un salto al pasado, en flashback”, pero con público, que recorrerá cada uno de sus espacios guiado por actores a través de un flujo seguro, de sana distancia y con todos los protocolos de seguridad entre quienes intervienen en el montaje.

Elena, teatro Milán 1985, dirigida por Miguel Septién, es considerada la primera obra inmersiva con distanciamiento social, la cual fue proyectada desde hace más de tres meses ex profeso para regresar al teatro de manera sana y segura, explicó Pablo Perroni, quien, junto con Mariana Garza y María Perroni Garza, encabeza el elenco que estrenará temporada el 3 de septiembre.

La consigna, sostuvo Garza, “es ser corresponsables, estar atentos por nuestra salud y la de las personas que entren al edificio; se trata de una historia pensada desde su origen en la necesidad de mantener un flujo que permita escuchar y vivir la trama, pero sin estar juntos.

Se espera que la respuesta del público sea favorable, que sepa que estará cuidado. Habrá desinfectantes personales, con el objetivo de crear una experiencia segura y confiable, casi fantástica, agregó la actriz y cantante.

Pepe Valdés, director técnico del montaje, detalló: Recorremos todo el edificio; por eso decidimos que no hubiera más de 10 personas juntas en ningún momento, sino con distancia de metro y medio.

La experiencia inmersiva inicia desde que el público llega, en la banqueta, ahí ya tiene un lugar asignado para pararse; así venga acompañado, todo está contemplado a fin de que las personas estén separadas. El recorrido en el recinto consta de siete estaciones.

Comienza el recorrido

Se empieza en el vestíbulo, sigue el salón de ensayos, el foro Lucerna, el teatro Milán, la bodega o la sala, pero nunca se encuentra un grupo mayor a 10 personas; además, siempre habrá uno o dos actores en escena; eso dependiendo de los espacios. Nos metimos en camisa de 11 varas, porque el flujo tuvo que ser muy preciso para que nunca se cruce la gente; de hecho no hay un horario fijo, a fin de que nunca haya aglomeración.

El proceso es que ingrese un grupo cada 10 minutos; por eso desde que las personas compran su boleto eligen el horario en que tienen que llegar y así se sumergen en una historia. Toda la familia del teatro Milán se suma a hacer este recorrido: taquilleros, acomodadores, gente de puerta, técnicos y administradores. Ellos participan para brindar la guía, la desinfección, la limpieza y lograr que nunca haya más de 70 personas en el edificio, puntualizó Valdés.

Acerca de Elena..., que es una carta de amor al inmueble, el dramaturgo Joserra Zúñiga la ubicó en 1985 para saber qué estaba pasando en el Milán, antes de que quedara abandonado; es una historia en torno a los protagonistas de la compañía de teatro de aquella época y sobre qué les pasó cuando tuvieron que detener sus producciones; además, quisimos que se conociera cada rincón, y lo que hace determinada persona para que una función suceda. Los anfitriones Pablo, Mariana y María son los encargados de recibirnos y contarnos una historia dentro de una ficción establecida.

Esta experiencia, es un experimento, ahora con una escenografía auditiva en todo el edificio, diseñada por Fernando Sisniega; además estaremos a 10 por ciento del aforo, por debajo de 30 por ciento de la normativa emitida por las autoridades de gobierno y de salud, agregaron.

La temporada, que será de cuatro fines de semana, abrirá el 3 de septiembre, en el recinto de Lucerna 64, colonia Juárez; con funciones de jueves a domingo, a partir de las 19 horas. Entradas en Ticketmaster. Hoy comienza la reapertura de teatros luego de haber permanecido más de cinco meses cerrados.