Los cárteles del Noreste (CDN) y del Golfo, así como nueve células delictivas que se originaron bajo el liderazgo de Osiel Cárdenas Guillén entre 2000 y 2005 se disputan el control del trasiego de estupefacientes a Estados Unidos y la venta de enervantes en el territorio tamaulipeco de acuerdo con reportes gubernamentales.

En 1999 surgieron Los Zetas–integrados por militares desertores– que servían a Cárdenas Guillén como escoltas, y tras la detención del capo en 2003 se separaron definitivamente del cártel del Golfo y comenzaron la disputa con los líderes de su anterior grupo delictivo.

En esas circunstancias, también los dos líderes de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, y Miguel Ángel Treviño Morales, el Z-40, tuvieron diferencias que llevaron al surgimiento de diversas células que desde 2012 se han enfrentado por el control de municipios como Nuevo Laredo, Reynosa, Tampico y Ciudad Victoria.

En tanto que por parte del cártel del Golfo, en 2010, con la muer-te de Ezequiel Cárdenas Guillén, la organización se ha divido en tres grandes grupos conocidos como Los Metros, Los Ciclones y Los Rojos, organizaciones que aunque mantienen el control de Matamoros, la ciudad donde surgió históricamente esta organización, se han reportado confrontaciones entre ambas células.

Los rompimientos o fracturas entre las bandas que se originaron de Los Zetas, han dado lugar a múltiplas facciones, entre ellas el cártel del Noreste, un grupo que presuntamente nació de la sociedad entre integrantes del cártel de los hermanos Beltrán Leyva con Miguel Ángel Treviño Morales y otros integrantes de Los Zetas, el actual líder de esta facción es Juan Gerardo Treviño Chávez, El Huevo.

Pero sostienen disputas con otros ex miembros de Los Zetas que se denominan Los Zetas Vieja Escuela.

Por parte del cártel del Golfo, algunos familiares de Osiel Cár-denas Guillén, como Alfredo Cárde-nas Martínez, controlan algunas células, entre ellas Los Ciclones. Mientras que las células identificadas como Los Rojos, Los Fresitas y Los Dragones, se consideran organizaciones que se autodenominan parte del cártel del Golfo, pero se disputan ciudades como Ciudad Victoria y Reynosa y territorios de la llamada Frontera Chica, señalan reportes oficiales.