Miércoles 2 de septiembre de 2020, p. 16
Las cuentas bancarias de Ramón Eduardo Pequeño García, ex mando de la desaparecida Policía Federal (PF) en los tiempos en que Genaro García Luna era secretario de Seguridad Pública –en el gobierno de Felipe Calderón–, seguirán congeladas, de acuerdo con la resolución de un juzgado administrativo.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), perteneciente a la Secretaría de Hacienda, informó que recibió la notificación del juzgado séptimo de distrito en materia administrativa, con sede en la Ciudad de México, donde se niega a Ramón N
la suspensión provisional que había solicitado contra el congelamiento de sus cuentas.
Aunque la UIF no lo identifica con su nombre completo, se trata de Ramón Eduardo Pequeño, ex mando de la desparecida PF.
La UIF señaló que Ramón N
está relacionado con Genaro N
(Genaro García Luna, capturado el pasado 9 de diciembre en Texas, Estados Unidos).
La decisión del juzgado deja subsistente el bloqueo de cuentas realizado por la UIF, encabezada por Santiago Nieto.
A finales de julio pasado, en el caso de Pequeño García, la UIF procedió con la solicitud del congelamiento de cuentas luego de que se dio a conocer una acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino por supuestos nexos con el crimen organizado.
Previamente, el seguimiento de diversas cuentas dio paso a una denuncia de la UIF ante la Fiscalía General de la República por el posible delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita. Ex jefe de Inteligencia de la Policía Federal, formaba parte del círculo más cercano de García Luna desde la Agencia Federal de Investigaciones en el sexenio de Vicente Fox.
Fue titular de la División de Seguridad Regional de la PF de 2008 a 2009. Después, de 2009 a 2013 encabezó la División Antidrogas, cuya misión era combatir los cárteles, entre ellos el de Sinaloa, así como la producción, tenencia y tráfico de estupefacientes. De 2013 a 2015 fue titular de la División de Inteligencia de la PF.
Una de sus funciones al frente de esta división era la de estar al mando del monitoreo de las cámaras de seguridad de los centros penitenciarios, justo cuando ocurrió la segunda fuga de Joaquín El Chapo Guzmán de Almoloya, estado de México, en 2015, por lo que fue destituido.
