Domingo 20 de septiembre de 2020, p. 17
Los estragos derivados de la pandemia de Covid-19 aún afectan a los parques acuáticos en el país, pues si bien la mayor parte ya opera de nuevo, empresarios de ese ramo consideran que están a la mitad de la crisis económica y prevén alcanzar una recuperación hasta 2023.
Gerardo Gallo Casas, presidente de la Asociación Mexicana de Parques Acuáticos y Balnearios (Ampaba) comentó en entrevista que en los estados donde hay mayor número de negocios de este tipo, como es el caso de Morelos, Jalisco e Hidalgo las actividades regresaron con aforo limitado debido al semáforo epidemiológico de cada una de las entidades, mientras en Veracruz aún permanecen cerrados.
Destacó que la pérdida de ingresos en estos meses ha sido del 90 por ciento, pues las unidades económicas cerraron durante Semana Santa, los meses de más calor, mayo y junio, así como el verano.
La buena noticia es que han podido abrir, pero los parques acuáticos enfrentan un panorama complicado, pues a la temporada baja se suma un entorno económico severamente golpeado después de tantos meses de encierro y el temor de la sociedad a un posible contagio, lo cual resulta en afluencia reducida a los balnearios, respecto de los niveles que reportaban en años anteriores.
Agregó que en este mes comienza a bajar la afluencia de visitantes por la cercanía del invierno.
En un pronóstico sobre la recuperación de este sector, Gallo Casas comentó que prevén que comience en Semana Santa de 2021, pues en estos momentos están a la mitad de la crisis económica.
Agregó que para retomar los niveles que registraban hasta antes de la pandemia tendrán que pasar al menos otros tres años, es decir hasta 2023.
El presidente de la Ampaba señaló que en los parques pequeños la recuperación será acelerada, pues tienen menores cargas en sus egresos, mientras a los más grandes les costará más trabajo por ser temporada baja.
Destacó que durante el cierre temporal hicieron un esfuerzo heroico por sostener las nóminas
, ya que hicieron un compromiso con los trabajadores. Detalló que se tuvieron que hacer ajustes, pero no hubo despidos masivos.
Acerca de la rentabilidad de este tipo de negocios, comentó que ayuda la reapertura, aunque el aforo sea bajo, pues ningún negocio puede soportar un año sin ingresos.
Explicó que algunos parques han restructurado su deuda, mientras en otros se han ajustado las fianzas y se optimizan los gastos ante la actual situación.
Sin embargo, enfatizó que la preocupación más grande que tienen como sector es que a principios de año ocurra un rebrote que obligue a cerrar nuevamente, pues perder otra temporada alta sería muy fuerte.
A pesar de ello, dijo, los empresarios de parques acuáticos ven con optimismo el panorama y confían en que la población vaya tomando confianza, pues cuentan con muchos protocolos y lineamientos de higiene, además de contar con la característica de ser espacios abiertos que permiten guardar la distancia social.
Acotó que si bien la adopción de estas medidas representan una inversión extra, están conscientes de que estos serán costos fijos que llegaron para quedarse, pues son parte de la reinvención de estos lugares.