Tixtla, Gro., Lo que pasó aquella tarde y noche del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala ha sido la gran vergüenza nacional e internacional, afirmó el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, durante la misa celebrada la noche de este sábado en la explanada de la Normal de Ayotzinapa, en el contexto de los seis años de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de esa institución.

Entre murales con dibujos de la hoz y el martillo e imágenes del Che Guevara, Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, así como de la Virgen de Guadalupe con la leyenda Justicia para Ayotzinapa, el obispo manifestó ante los padres de familia que mientras no sepamos la verdad, es legítima la lucha; esa verdad que tanto se nos ha ocultado.

También aseguró que “el mismo pueblo de México, no sólo ustedes los familiares, sino en todos nosotros, existe una indignación y una rabia porque nos han dado ‘atole con el dedo’”.

Mientras no sepamos la verdad, continúo Mendoza Rangel, esto no va a sanar; esto va a seguir adelante, por eso (los padres de los jóvenes) tienen todo el derecho en exigir que nos digan la verdad para quedar a gusto y tranquilos.

Consideró además que se tiene que hacer justicia. Todavía andan muchos (políticos implicados) sueltos que tuvieron que ver con la desaparición de los muchachos. Mucha gente impune; mucha gente protegida, y tenemos que llegar a la justicia, a que se aplique la justicia y las leyes, con todas estas personas, incluso aquellos prófugos (Tomása Zerón) que están en Israel.

Para recordar también este acontecimiento, padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos y organizaciones sociales participaron en el municipio de Atoyac de Álvarez, en la Costa Grande de Guerrero, en la develación del antimonumento en honor a los jóvenes para exigir justicia y la presentación con vida.

El acto se llevó a cabo en las inmediaciones de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, en donde los padres de familia de los desaparecidos agradecieron la solidaridad de la sociedad atoyaquense y las organizaciones sociales.

A nombre de los participantes, Juany Reyna Guzmán aseguró que con la colocación del antimonumento se da un mensaje a la sociedad en su conjunto, porque se sembró una semilla importante, que es el espíritu de lucha por parte de los 43 desaparecidos, que se muestra con la siembra de árboles sagrados para nuestros antepasados, con la imagen de los jóvenes desaparecidos en el bulevar Atoyac.