Rodrigo Rato, ex director general del FMI, entre los beneficiados por la decisión
Miércoles 30 de septiembre de 2020, p. 20
Madrid. En una decisión inesperada y polémica, la sección cuarta de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional decidió absolver a todos los imputados por el delito de estafa a raíz de la salida al mercado bursátil de la entidad financiera Bankia, entre los que se encontraba su entonces presidente y ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato.
Los magistrados asumieron la tesis de la defensa, que se escudó en que avalaron la incursión en la Bolsa todos los organismos reguladores –el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Fondo de Restructuración Bancaria (FROB) y la Autoridad Europea Bancaria (EBA).
Los pequeños y medianos accionistas, los más afectados por la operación en la que perdieron varios miles de millones de euros, la mayoría ahorros familiares, anunciaron que continuarán su lucha judicial y presentaron los recursos posibles para que se haga justicia.
Rato, quien también fue vicepresidente del gobierno español durante las administraciones del ex presidente José María Aznar, no tendrá que cumplir condena por su actuación en la gestión al frente de Bankia, en la que además de liderar el proceso de fusión con varias cajas de ahorro regionales, también impulsó la salida de la entidad financiera al mercado bursátil, que supuso una quiebra en los ahorros de miles de familias.
Los magistrados desmantelaron el escrito de acusación presentado por la Fiscalía Anticorrupción, que aspiraba a que se condenara por los delitos de estafa y falsedad contable a los 34 máximos responsables de la operación, encabezados por el propio Rato, quien tiene varias imputaciones abiertas en la justicia por su actuación al frente del banco, entre ellas una por la que fue condenado por este mismo tribunal y que juzgó el fraude de las llamadas “tarjetas black”.
Pequeños accionistas perdieron sus ahorros
La salida de Bankia al mercado bursátil fue en julio del 2011, sólo unos meses después de culminada su fusión y cuando pendía de un hilo su estabilidad contable a raíz de los numerosos expedientes de morosidad abiertos a raíz de la crisis económica que azotaba al país. El resultado del proceso fue que en menos de un año Bankia pasó de tener unos beneficios de algo más de 300 millones de euros a pérdidas de casi 3 mil millones. Lo que supuso también la caída en picada de las acciones y con ello la pérdida de los ahorros de los miles de pequeños y medianos accionistas que habían comprado los valores bursátiles convencidos por sus oficinas de confianza.
La debacle de Bankia fue tan estrepitosa que tuvo que ser rescatada con fondos públicos, pero en ningún momento se recuperaron las pérdidas de los pequeños y medianos accionistas, que iniciaron recursos legales contra la entidad y los responsables de la gestión, además de contra los propios organismos reguladores que avalaron la salida a Bolsa de una entidad con una situación financiera tan endeble.
Ahora, la sentencia de los magistrados españoles establece que tanto la decisión de salir a Bolsa como la determinación de hacerlo con la estructura de doble banco fueron resoluciones enteramente contempladas por el Banco de España, que además las aprobó después de calibrar las ventajas y los inconvenientes que dichas decisiones conllevaban
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Además se advierte que la información financiera incluida en el folleto era más que suficiente para que los inversores mayoristas y minoristas se formasen un criterio razonado sobre el valor de la compañía que se estaba ofreciendo, una información que había sido elaborada con la supervisión y obedeciendo a los requerimientos del Banco de España, siendo luego refrendada por la CNMV al registrar el folleto
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Los representantes legales de los pequeños y medianos accionistas anunciaron que presentarán recurso ante la decisión y que continuarán su batalla judicial.