La Paz. A casi una semana de las elecciones presidenciales en Bolivia, el régimen golpista encabezado por Jeanine Áñez acusó de enriquecimiento ilícito al candidato izquierdista Luis Arce, favorito en las encuestas y abanderado del Movimiento al Socialismo (MAS), del derrocado mandatario Evo Morales, quien replicó que sus denunciantes no mostraron pruebas.

En este contexto, la embajada de México salió al paso de una denuncia del procurador general de Bolivia de que 13 mexicanos, incluidos políticos e informáticos, participaron en las fallidas elecciones del año pasado en las que la entonces oposición de derecha alegó, sin presentar una sola prueba, que hubo fraude y no reconoció la victoria de Morales, a quien la cúpula militar conminó después a renunciar.

Han manipulado datos electorales, sostuvo el procurador Alberto Morales en rueda de prensa el miércoles, sin mencionar la identidad de los mexicanos. Agregó que la información fue enviada a la fiscalía que investiga el caso por el que están acusados Morales y su ex vicepresidente Álvaro García Linera, entre otros.

La embajada señaló que dos funcionarios del Instituto Nacional Electoral y representantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de México, participaron pero como observadores internacionales por invitación del Tribunal Supremo Electoral boliviano.

En un comunicado divulgado ayer, la sede diplomática llamó a los actores políticos (en Bolivia) a abstenerse de involucrar a México en la campaña electoral.

En tanto, el procurador Morales aseguró que la Unidad de Investigaciones Financieras evidencia movimientos económicos anómalos e irregulares y sin justificación legítima en las cuentas del ex ministro Arce y su familia por sumas de hasta unos 862 mil dólares.

Arce contestó en una carta pública que sus acusadores hasta ahora no han demostrado una sola de sus calumnias y difamaciones, por lo que no tienen credibilidad.

El ex titular de Economía durante el gobierno de Morales acusó que las autoridades golpistas recurren a la mentira, a la persecución política, a la violencia, a la criminalización y a la represión.

Agregó que estas acusaciones, a unos cuantos días de los comicios, son cortinas de humo que crean sus detractores para distraer, provocar, fragmentar y quebrar a sus partidarios.

Arce encabeza la encuesta nacional de intención de voto de la fundación católica Jubileo con 29.2 por ciento, seguido del ex presidente de centro Carlos Mesa (19 por ciento) y el líder cívico regional y uno de los dirigentes del golpe contra Evo Morales, Luis Fernando Camacho (10.4 por ciento).

La Constitución declara vencedor en primera vuelta al candidato que obtenga 50 por ciento más un voto, o 40 por ciento de los sufragios con 10 puntos de ventaja sobre el segundo.

De no haber vencedor en primera vuelta, habrá una segunda ronda el 29 de noviembre entre los dos candidatos con mayor votación.

El aspirante Mesa aclaró que no hará alianza con el MAS si resulta ganador en las elecciones. La desesperación por la derrota reactiva la guerra de mentiras y distorsiones. No voy a hacer una alianza con el Movimiento al Socialismo, ni con Morales, que representa lo que vamos a desechar de Bolivia: corrupción, abuso y violencia, tuiteó al rechazar comentarios de sus rivales, quienes sugirieron que haría alianza con ese partido, en medio de una encendida campaña.