Mandos militares confían en que el general Salvador Cienfuegos Zepeda pueda demostrar su inocencia de los cargos de narcotráfico y operaciones con recursos de procedencia ilícita que le imputa la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).

Generales en retiro que forman parte del grupo de asesores del titular en turno de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) indicaron que en el alto mando existe confianza en que se aclaren los señalamientos del presunto involucramiento de Cienfuegos Zepeda con grupos delictivos, aunque consideraron que durante su gestión podría haber incurrido en irregularidades de carácter administrativo que deben investigarse si se acredita que se otorgaron contratos de manera ilegal o que existió desvío de recursos.

Los generales entrevistados refirieron que la carrera militar no es de sexenios, sino de soldados que se profesionalizan teniendo como base la lealtad institucional hacia el pueblo de México.

Precisaron que “en las fuerzas armadas mexicanas –a diferencia de las de otras naciones– se llega a ser general o almirante gracias al esfuerzo, trabajo y estudio a lo largo de los años, no por provenir de familias poderosas, y cuando algún mando ha cometido delitos se han sancionado. No es entendible que un hombre que pasó 50 años en la milicia y que estaba al final de su carrera y se mantuvo como ejemplo durante sus cargos, sobre todo en el Heroico Colegio Militar, se pudiera haber relacionado con delincuentes.

Entre los oficiales de la Sedena consultados, la opinión sobre la aprehensión de Cienfuegos Zepeda está polarizada.

Un sector asegura que, aunque se sabía de algunos señalamientos de corrupción en contra del ex secretario, nunca hubo ningún indicio de que estuviera trabajando en colaboración con los cárteles de la droga.

Estos mandos recuerdan que Cienfuegos se manejó siempre en un círculo muy cerrado, con quienes al final de su periodo al frente de la Sedena se supo que hubo negocios poco claros en la asignación de contratos de obras y de compra de insumos, pero aseguran que nunca se comprometió a la seguridad nacional en estas acciones.

Añaden que muchos de los integrantes de este círculo cercano al ex secretario siguen dentro del Ejército, aunque no con mando de tropas, pero sí en funciones administrativas relevantes e incluso como agregados diplomáticos.

Otro sector de los oficiales celebró sin disimulos la captura de Cienfuegos, a quien señalan como responsable de acciones que perjudicaron directamente a la tropa, y no dudan que las acusaciones en su contra sean reales.

Narraron, por ejemplo, que hacia finales de su sexenio, el entonces presidente Enrique Peña Nieto anunció un incremento a las percepciones de los militares, el cual nunca se hizo efectivo.

Criticaron también la actitud de asumida ante los casos Tlatlaya y Ayotzinapa, cuando hacia el exterior pretendía defender a los elementos del Ejército buscando evitar incluso que rindieran declaración ante el Ministerio Público, lo que a la larga, sostienen, tuvo el efecto contrario, pues debilitó a la institución y la hizo ver como cómplice o encubridora.