El gobierno de México cuestionó la autoridad moral de Luis Almagro para seguir al frente de la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), debido al uso faccioso que hizo de la misión de observación electoral para denunciar un supuesto fraude en los comicios del año pasado en Bolivia, donde resultó ganador el presidente Evo Morales para un cuarto mandato.

Al participar en representación del gobierno mexicano en la 50 sesión plenaria de la Asamblea General de la OEA, que se realizó ayer de manera virtual, el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Maximiliano Reyes Zúñiga, espetó: mientras usted siga al frente de la organización la sombra de los sucedido en Bolivia estará siempre presente. Ustedes han deslegitimizado a las misiones de observación electoral.

El funcionario de la SRE acusó además a Almagro de hacer uso de sus facultades para tomar decisiones políticas sin someterlas a consideración de los estados miembros, y censuró su intervención en el reciente proceso de designación de secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

México sugiere a Luis Almagro someterse a un proceso de autocrítica a partir de sus acciones en contra de la Carta de la OEA y por lastimar la democracia de Bolivia, para determinar si aún cuenta con la autoridad moral necesaria para encabezar esta organización.

Mi país denuncia el afán del secretario general de intervenir en los asuntos internos de nuestros estados y de lastimar nuestras democracias. Lo que ocurrió en Bolivia no debe repetirse jamás, sostuvo.

En defensa de Almagro, salió la canciller del gobierno de facto de Bolivia, Karen Longaric, quien además acusó a México de un intento por trasladar a mi país un régimen totalitario como el suyo.

Por separado, el Grupo de Puebla –conformado por ex mandatarios de la región y muchas de las figuras de la izquierda internacional– exigió la renuncia de Almagro.

En un comunicado indicó que el triunfo del Movimiento al Socialismo confirmó que no hubo fraude un año atrás, por lo que Evo Morales debió posicionarse como presidente legítimo de Bolivia si la OEA, en su condición de observador, no hubiera desconocido dichos comicios.

El documento fue firmado por los ex presidentes de Brasil Dilma Rousseff, de Colombia Ernesto Samper, de Ecuador Rafael Correa, del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, de Paraguay Fernando Lugo, el ex candidato presidencial mexicano Cuauhtémoc Cárdenas y 23 integrantes más.