l tribunal federal de Brooklyn, Nueva York, dictó ayer una sentencia de 120 años de prisión a Keith Raniere, fundador y líder del grupo de explotación sexual NXIVM ( Nexium). Bajo la fachada de un conglomerado de empresas que ofrecían servicios de orientación para el desarrollo personal y empresarial a personas acaudaladas, durante dos décadas NXIVM proporcionó a Raniere una plataforma de reclutamiento de mujeres y niñas a quienes esclavizaba sexualmente, hasta que en octubre de 2017 The New York Times publicó una investigación en la que revelaba los múltiples abusos cometidos contra las asistentes a sus cursos.
Ante las revelaciones, el supuesto gurú del conocimiento
huyó a México, donde fue cobijado por miembros de la élite política y empresarial y donde se le arrestó en marzo de 2018 a petición de las autoridades estadunidenses. Tras ser deportado a ese país, enfrentó un juicio por los cargos de conspiración para el tráfico sexual de personas, conspiración para el trabajo forzoso de las víctimas, extorsión, robo de identidad, asociación para delinquir, fraude electrónico y lavado de dinero, delitos de los que fue declarado culpable en junio de 2019. Entre los sucesos más escabrosos que salieron a la luz tras la caída de Raniere se encuentran la práctica de marcar con fuego sus iniciales en la piel de las mujeres de la secta, como se hace con el ganado, y la historia de Camila, quien fue violada en repetidas ocasiones en 2005, cuando tenía 15 años y se encontraba en Estados Unidos para participar en los cursos de superación impartidos por NXIVM. Camila y sus dos hermanas –también víctimas de explotación sexual– son mexicanas, como la mitad de los clientes de las empresas que formaban el emporio de Raniere.
Lo anterior no es resultado de la casualidad: como se ha dado a conocer desde que quedaron al descubierto las actividades delictivas del estafador estadunidense, éste construyó una red de complicidades con juniors de la política y empresarios mexicanos, la cual le dio acceso privilegiado al sector más pudiente de la sociedad. Con distintos grados de implicación en las actividades de NXIVM, se encuentran vinculados a Raniere hijos de los ex presidentes Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox, así como la hija de Alejandro Junco de la Vega, dueño del periódico Reforma. Rosa Laura Junco fue señalada como integrante del círculo más cercano al pedófilo, para quien habría adquirido una casa donde integrantes del grupo se fotografiaban desnudas y mandaban las imágenes a Raniere. Carlos Emiliano Salinas Occelli fundó y dirigió Programas de Éxito Ejecutivo (ESP, por sus siglas en inglés), brazo de NXIVM en México; mientras su hermana Cecilia y Fabiola Sánchez de la Madrid –esposa de Federico de la Madrid Cordero– crearon la asociación civil Rainbow Multicultural Garden, mediante la cual administraban jardines de niños.
Con un programa diseñado por Rainiere, los centros Rainbow en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara perpetraron un esquema de maltrato infantil al forzar a menores de un año a aprender en forma simultánea siete idiomas mediante cursos sin sustento pedagógico, aislarlos de sus padres y someterlos a una dieta contraria a sus necesidades de desarrollo físico y cognitivo.
Hay, pues, múltiples indicios de que este grupo delictivo contó con extensas y profundas ramificaciones en un selecto ámbito de la clase alta mexicana, y de que a través de ellas Raniere amasó una enorme fortuna y obtuvo impunidad para sus crímenes. Sin embargo, hasta ahora no se ha dado a conocer ninguna investigación acerca de la complicidad de la élite local en las actividades de NXIVM, hecho preocupante, en tanto la explotación sexual es un delito de extrema violencia, que deja secuelas traumáticas en sus víctimas y debe perseguirse hasta sus últimas consecuencias, sin dejar resquicio para la impunidad.
Por ello, es pertinente que la Fiscalía General de la República emprenda las acciones necesarias con el fin de esclarecer los señalamientos existentes, así como para indagar cualquier ilícito cometido al amparo de NXIVM que aún no haya salido a la luz.