La disputa legal contra los aumentos en las tarifas de transmisión que plantas de generación privadas tienen que pagar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), demuestra una falta de coordinación entre los que dictan la política pública y los que están dentro del mercado y el único perdedor es el usuario final, señalaron especialistas en materia energética.

Este jueves se conoció que el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) obtuvo una suspensión definitiva de un juez federal especializado en competencia económica contra los aumentos de entre 468.3 y 811 por ciento a las tarifas de transmisión decretadas por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Informes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) señalan que hay más de 50 amparos interpuestos contra el alza de las tarifas de porteo o transmisión que tienen más de cinco años sin actualizarse.

El espíritu de un mercado energético es cuidar al consumidor para que tenga acceso a energía, señaló Ramses Pech, experto en materia energética.

Cabe señalar que las tarifas de porteo, son los derechos que pagan las compañías privadas por la utilización de las líneas de transmisión y distribución de la CFE.

A estos pagos son a los que las empresas de generación eléctrica privada se oponen a través de los recursos jurídicos a su alcance.

La sentencia suspende por el momento las tarifas avaladas por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), por el pago de ese servicio, en tanto el juez resuelve si otorga el amparo. El gobierno federal puede impugnar el fallo para que el caso pase a manos de un tribunal colegiado, que decidiría si lo ratifica o revoca.

La decisión del juez es contra las nuevas tarifas que se aplicarían a las plantas de autoabastecimiento tanto térmicas como renovables con permisos que fueron entregados por la CRE antes de la Ley de la Industria Eléctrica y que son conocidos como contratos legados.

La CFE ha denunciado la existencia de un mercado negro de electricidad incentivado por 284 contratos legados que ocasionaron que la CFE dejara de percibir 22 mil 800 millones de pesos en los pasados tres años.

De acuerdo con los especialistas, la intención de la CFE es homologar el pago de la transmisión o porteo para los contratos legados –que tienen condiciones muy ventajosas bajo una formulación para su cálculo hasta antes de la reforma energética en 2014– e igualar esa cotización a la del mercado eléctrico mayorista (MEM).

Los contratos legados que poseen plantas de autoabastecimiento son vigentes hasta 2039, y de continuar con las condiciones preferenciales obtenidas antes de las reformas de 2014, arrojarán pérdidas hasta de 160 mil millones de pesos para la CFE, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Energía.

Abusos

Sobre los abusos detectados, los informes oficiales dan cuenta de una empresa autoabastecedora sin consumo propio, con capacidad superior a 200 megavatios, tiene más de 7 mil socios, de los cuales 80 por ciento son oficinas y comercios de grandes corporativos.

En otro caso de contratos con exenciones, participa otra empresa que tiene mil 316 socios que dan servicio a grandes consumidores industriales, que pagan precios muy bajos de transmisión en todo el país.

Actualmente están operando 303 centrales privadas a las que se les autorizó el autoabastecimiento y que despachan energía mediante contratos a 70 mil 318 socios, bajo la figura de contratos de autoabastecimiento.

Estas empresas utilizan la infraestructura de transmisión y distribución de la CFE y, además, la eléctrica nacional les compra energía desde el año 2000, para ello, les ha facilitado la adquisición de terrenos, construcción de centrales, así como su interconexión a la red eléctrica, suministro y transporte de combustible, estudios técnicos de factibilidad, permisos y licencias, por lo que se convierten en proveedores constantes y soportados por la CFE.

En su reciente comparecencia ante legisladores para analizar el segundo Informe de gobierno, el director general de la CFE, Manuel Bartlett, señaló que hay empresas que tienen 18 mil tiendas en todo el país y no pagan la transmisión o porteo porque son de aquellas que venían de los generadores independientes, de las sociedades de autoconsumo.