En las pasadas cuatro semanas en los hospitales se redujo el abasto de productos de anestesia, indispensables en la atención de pacientes con Covid-19 que requieren o están intubados, confirmaron médicos de diferentes instituciones.

Ayer, en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, comentó sobre los problemas que hay en este tema y dijo que ya se están buscando las soluciones, sin dar mayores detalles.

Los médicos especialistas informaron que las carencias actuales se deben, en parte, a que el principal fabricante y proveedor del sector público es el Laboratorio Pisa, que hace unos días fue sancionado con inhabilitación de 30 meses y multa de un millón de pesos por parte de la Secretaría de la Función Pública.

Como la decisión del gobierno es vetar a esta y todas las empresas a las que se ha señalado de haber acaparado las ventas a gobierno y con precios elevados, ahora los hospitales padecen las consecuencias.

Lo malo, señalaron, es que esa pelea se da en el momento menos oportuno, porque para bien o para mal, hay una dependencia de los productos que Pisa fabrica, en este caso, de anestesias. Algunos de los entrevistados señalaron que el desabasto de esos productos también se debe a que durante todo el año, las instituciones no han comprado lo necesario, más que a cuentagotas.

Error pelearse con Pisa

Opinaron que fue un error pelearse con Pisa porque ahora las autoridades están obligadas a buscar otros proveedores y se suma que la anestesia está en el grupo de los medicamentos controlados. Eso significa que requieren permisos especiales de autoridades sanitarias y de seguridad para su venta, transportación, distribución y almacenamiento.

En cualquier momento esta carencia coloca en una situación crítica a los nosocomios, pero más ahora con la pandemia de Covid-19 porque todos los pacientes que por insuficiencia respiratoria requieren asistencia mecánica ventilatoria se deben mantener bajo sedación continua para que puedan resistir la intubación.

Los médicos comentaron que la disponibilidad de anestesia empezó a bajar hace un mes aproximadamente, pero se ha ido acentuando y no es fácil conseguirla. Entre otros, los hospitales requieren Fentanilo, Midazolam y Propofol.

Por lo mismo tampoco es posible que los familiares los puedan conseguir, como ocurre con cualquier otro medicamento que se les llega a solicitar cuando no hay en los hospitales que atienden a personas sin seguridad social.