En un máximo de dos semanas llegarán al pleno del Congreso capitalino del país dos nuevas legislaciones en materia fílmica: la Ley de Fomento, Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en la Ciudad de México así como la Ley de Filmaciones de la Ciudad de México, para su discusión análisis y votación, pues ya fueron aprobadas en la Comisión de Derechos Culturales, el pasado 6 del mes en curso.

El largo y complicado proceso para redactar el texto que sustituirá a la Ley de Fomento al Cine Mexicano, se extendió por casi 20 meses y permitió que se plasmara una agenda social que visibiliza y apoya al cine mexicano desde una clara convicción progresista y de izquierda, en todas sus etapas, asegura la diputada Gabriela Osorio Hernández, quien presentó esta iniciativa junto con José Luis Rodríguez, ambos del grupo parlamentario de Morena.

Esta ley será la única del país que, a nivel local y de manera explícita, reconozca que las personas hablantes de una lengua indígena puedan reconocerse, crear, exhibir y preservar cine en su idioma, como plantea su artículo 10, fracción 21. La verdad, es bastante importante, porque esto la hace una ley innovadora, advierte la representante por el distrito 16 en Tlalpan.

La propuesta mantiene el espíritu de promoción y protección de la diversidad cultural como atribución de la Secretaría de Cultura capitalina, en el artículo 10 fracción 21, pero con la inclusión de temas impostergables y obligatorios, como la perspectiva de género y la atención a grupos de acción prioritaria. Es importante no solamente fomentar el cine, sino también la parte educativa, armonizando la norma desde un paradigma de derechos humanos con base en la Constitución de la ciudad, señala Osorio Hernández.

Nuevas definiciones

Se incluyen, además, definiciones que no aparecían en la legislación de febrero 2009; entre ellas: cine mexicano, espacios alternativos de exhibición o producción nacional, necesarios para emprender y consolidar políticas públicas, considera la legisladora.

Agrega que el texto distingue entre el circuito comercial de exhibición y la obligatoriedad del Estado –el gobierno capitalino– para cumplir con los derechos culturales de los ciudadanos, planteando mecanismos para distribuir cine mexicano a toda la población, pensado como un derecho, explica la diputada local.

La propuesta no sólo consiguió aumentar los recursos del fideicomiso para la Promoción y Desarrollo de Cine Mexicano (Procine), al destinarle 60 por ciento de los ingresos anuales por los permisos otorgados a las producciones desde la Comisión de Filmaciones, mientras la actual legislación establecía 50 por ciento. Este incremento de recursos se logró al modificar el Código Fiscal local con el fin de fortalecer al Procine, que ahora será la instancia que coordine la política en este rubro, en coparticipación con las comunidades y las autoridades, agrega Osorio Hernández.

Este fideicomiso estará encargado de actualizar el programa de fomento, promoción y desarrollo de cine nacional en la Ciudad de México, así como de robustecer la formación de públicos y la profesionalización de promotores de este quehacer, entre otros.

Además, por razones administrativas, ya que la ley vigente data de 2009 y el contrato del fideicomiso Procine de julio de 2010, aprovechamos la renovación para hacer lo mismo con el contrato, explica la también presidenta de la Comisión de Derechos Culturales.

El ordenamiento también señala para las 16 alcaldías que se fomente la apertura y que se consoliden espacios de formación, experimentación y producción, lo que no necesariamente implica la creación de cinetecas en cada una de las demarcaciones , sino que procuren apoyar la apertura y consolidación de espacios, cineclubes y espacios culturales independientes, tanto físicos como virtuales; gubernamentales e independientes.

Esto no implica necesariamente que las alcaldías construyan cinetecas, sino que puedan apoyar la consolidación de espacios de exhibición alternativa. Además, Procine ya cuenta con un programa que los identifica para apoyar, técnica y formativamente, a quienes impulsan desde la independencia y la organización social, explica.

El proceso de parlamento abierto comenzó el 12 de abril de 2019 con el foro Hablemos de políticas para fortalecer el cine en la Ciudad de México, en la Librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica, con representantes de distintos colectivos, instituciones y centros educativos. Seis meses más tarde, se formó el texto de la iniciativa y se presentó el 31 de octubre de ese mismo año. Meses más tarde, la propuesta se presentó ante la Comisión de Derechos Culturales del Congreso capitalino, donde fue aprobada.

Todo este trabajo se realizó de manera integral, advierte Osorio Hernández, pues se tomaron en cuenta los derechos culturales previstos en las nuevas leyes impulsadas en el Congreso local, como el artículo 5, que prevé que el cine mexicano producido dentro de las delimitaciones de la entidad podrá ser afecto a declararse patrimonio cultural de la Ciudad de México.

Legislación de avanzada

Agrega: Ello puede ser ejemplo para que otras entidades actualicen o creen legislaciones cinematográficas de avanzada. Considero que cada entidad tiene una oportunidad de renovar sus marcos normativos desde un paradigma de derechos culturales o el marco de la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, adoptada por la Unesco en 2005, el cual marca pautas para que los gobiernos y sus legislaciones apoyen todas las etapas en las cadenas de valor en los sectores culturales, asegura.

Osorio Hernández se dice satisfecha. “Espero que, a más tardar, en dos semanas, tanto la ley de cine como la de filmaciones... que esta ley también va a ser una revolución, es muy interesante; nos costó mucho trabajo porque también tuvimos año y medio para conjuntar y condensar en un solo marco normativo varios derechos, como a la movilidad, pero también las garantías culturales, a que las filmaciones usen el espacio público para promover a la ciudad pero también con reglas y normas que no perjudiquen la convivencia vecinal.

Fue muy interesante esta ley, por si te atrae para otro artículo que nos quieras publicar; espero que a más tardar en dos semanas ya podamos estar aprobando la Ley de Fomento, Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en la Ciudad de México y la Ley de Filmaciones de la Ciudad de México.