Conversan poetas y narradoras sobre la hostilidad real y la de ficción
Jueves 26 de noviembre de 2020, p. 6
Diálogo intergeneracional de autoras mexicanas fue el título del conversatorio en el que participaron las poetas y narradoras Anamari Gomís, Enzia Verduchi, Claudia Guillén, Frydha Victoria y Alaíde Ventura, quienes reflexionaron en torno a los distintos tipos de violencia, tanto de aquella de la que es víctima la sociedad, como de la que se ejerce contra las mujeres en particular, así como de la representación de la violencia en los textos literarios y poéticos.
En el marco de actividades del Festival Letras en Tepic, las autoras comentaron sobre el tipo de violencia implícita
que se encuentra en ciertos trabajos literarios y sobre la diferencia en cómo es representada cuando se trata de un escritor hombre o mujer. Mientras la narrativa masculina es más efectista, la violencia de las mujeres es más sutil
, consideró Verduchi.
Como poeta, Verduchi hizo referencia al trabajo de Sara Uribe, Antígona González y al de María Rivera, y su poema Los Muertos, así como a la antología Poetas de la guerrilla centroamericana. Comentó sobre el machismo que existe dentro de los movimientos insurgentes de liberación nacional
.
Guillén, entre otros temas, se refirió al comportamiento transgresor de la mujer a lo largo de la historia, ya sea como autoras o como figuras literarias. Sin demérito de toda la hostilidad que hoy es muy conocida, lamentablemente siempre ha ocurrido
. Guillén recordó a la escritora Inés Arredondo y su cuento Estío.
Por su parte, Gomís reconoció: Sé que existe, pero nunca he escrito nada que tenga que ver con la violencia
. Gomís deploró como un tipo de violencia que el Premio Mazatlán sólo se le haya otorgado a dos mujeres, como ejemplo de las hegemonías patriarcales.
Para Alaíde Ventura, la agresión se presenta también como un elemento contextual, en el que se desarrolla un relato. Es un contexto violento porque así es como vivimos desde hace años
, explicó.
Como mujeres y autoras, destacó Frydha Victoria, “es imposible no escribir sobre tantos feminicidios. La violencia ha estado siempre, pero en los recientes años se observa más y se comunica más gracias a los movimientos feministas como el Me Too”.
Para Verducchi, el problema de la hostilidad en todos sus tipos viene de una década atrás y lo que ocurrió es que ahora reventó.
Uno habla en su poesía de lo que le ocurre a su alrededor y hoy estamos en un momento de enorme libertad, cada quien puede escoger sobre qué debe escribir
, sostuvo Verduchi.
En el caso de la poesía sobre cuestiones feministas, yo sugiero que se escriban y se guarden esos poemas y luego de un tiempo ver la calidad de lo que se va a publicar. Yo pugno por cuidar la calidad de los textos y no publicar a botepronto. La indignación hace que uno escriba, pero otra cosa es publicarlo inmediatamente, hay que reflexionar, es lo que propongo
, expresó.
En contraste, para Frydha Victoria, “si bien la calidad es importante, la violencia de género es hoy el asunto en contra del que estamos luchando.
“En Nayarit ocurrió algo tan fuerte que tuve miedo de salir a la calle sola. No estoy totalmente de acuerdo con dejarlo reposar. Para mí es importante escribirlo y mencionarlo. La escritura es un ejercicio de contar lo que está sucediendo, porque dejar de hacerlo es como censurarnos un poco. Antígona González, por ejemplo, es un libro obligado que hay que leer”.
Para Alaíde, “cada quien puede hablar de la violencia desde su trinchera, habrá quien tenga el nervio para escribir sobre la violencia luego de haber sido testigo de hechos atroces, habrá quien no, o quien encuentre maneras para hacerlo, ya que hoy existen las técnicas diferenciadas, lo cual es una ‘ventaja’, ya que no sólo se trata de escribir lo que queramos, sino también de la manera en que queramos.
Existe el ensayo o la poesía visual. Hay personas experimentando hasta con hilos de Twitter. Todo, al final, responde a la misma vorágine en la que hoy vivimos
, opinó Ventura.