Cruz Azul prefirió no arriesgar y aunque cayó 1-0 (global 3-2) ante Tigres, logró avanzar a las semifinales del Torneo Guardianes 2020 al respaldarse en la amplia ventaja que obtuvo en el duelo de ida. El resultado definió las series de la antesala por el título, donde León enfrentará a Chivas y La Máquina tendrá como adversario a Pumas.

Desesperados por alcanzar las redes, los regiomontanos estuvieron encima de la meta todo el tiempo, aunque sólo anotó Luis Quiñones, al minuto 83. El gol fue insuficiente y pese a que los celestes desplegaron un juego frío, supieron detener los embates y se llevaron el boleto a la siguiente fase.

La pandemia del Covid-19 pareciera quedar en el olvido de los aficionados, luego de que integrantes de la barra conocida como La Sangre Azul se congregaron en las inmediaciones del estadio Azteca para recibir a La Máquina; no portaban cubrebocas ni seguían las indicaciones de sana distancia.

Con la presión a cuestas para dar la voltereta, los felinos tomaron el control desde el inicio para generar peligro, mientras los locales se dedicaron a defenderse en espera del contragolpe.

Los visitantes buscaban espacios con un veloz Javier Aquino que atacaba por el costado derecho, pero la zaga celeste bloqueaba los pases al centro para evitar el gol.

Como en pocas ocasiones, el nerviosismo golpeaba al timonel de Tigres, Ricardo Tuca Ferretti, quien se mantenía lanzando órdenes. En contraste, Dante Siboldi, entrenador de La Máquina, estaba más sereno al alentar a su equipo para que resistiera los ataques.

Luis Quiñones se arriesgó con un pelotazo que se fue por arriba del arco. Jesús Dueñas sorprendió con una jugada prefabricada y lanzó un disparo desde fuera del área que pegó en el travesaño.

La escuadra local pocas veces pisó el área del rival, pero había logrado mantener en cero el marcador. Cerca del descanso, los celestes pusieron tensión con un disparo de Roberto Alvarado que se escurrió por el costado derecho.

Los regiomontanos regresaron del vestidor con el mismo ritmo, acechando la portería defendida por Jesús Corona. De pronto, apareció la polémica cuando Pablo Aguilar cometió una entrada peligrosa sobre André-Pierre Gignac en el borde del área, por lo que el silbante Marco Antonio Ortiz revisó la jugada en el VAR y señaló tiro libre en lugar de penal.

Cerca del final, Luis Quiñones alcanzó la meta con un disparo desde el costado izquierdo. El festejo fue frío, el tiempo se terminaba y Tigres quedó fuera de la semifinal.