▲ Cientos de indígenas bailaron y cantaron ayer afuera de la Corte Suprema de Brasil, cuyos jueces debaten si se establece 1988 como fecha límite para sus reclamaciones de tierras, propuesta respaldada por el sector agrícola. Una derrota en los tribunales para las etnias podría sentar precedente para el retroceso de sus derechos que pretende imponer el gobernante Jair Bolsonaro, quien argumenta que muy pocos de ellos viven en demasiada tierra. En otro orden, el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, rechazó el pedido de destitución que presentó el mandatario contra el juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes. Foto Ap