Washington y Atenas., Miembros de juntas escolares en todo Estados Unidos están renunciando a sus cargos debido a la polarización sobre el uso de mascarillas contra el Covid-19, la necesidad de vacunar a los niños o la enseñanza de temas raciales.

Los miembros de dichas juntas son generalmente voluntarios, ex docentes o padres que se declaran dispuestos a ayudar a fijar normas educativas, elegir al superintendente o aprobar el presupuesto.

Pero en tiempos recientes, las reuniones han terminado en choques a gritos e intercambios de insultos.

En Nevada, un miembro de la comisión educativa renunció en medio de ofensas y acosos, y confesó luego que llegó a pensar en suicidarse.

En Virginia, una integrante de la junta escolar renunció al acusar que las decisiones sobre las mascarillas se estaban tomando por pura política.

En Wisconsin, la situación se tornó tan tensa que un voluntario temió que alguien le fuera a navajear los neumáticos de su carro.

En su carta de renuncia como integrante de la junta escolar del distrito Oconomowoc en Wisconsin, Rick Grothaus se quejó de que el ambiente se había vuelto tan tóxico que se me hace imposible ejercer mis labores.

Cuando me incorporé a la junta, yo sabía que iba a ser difícil, declaró Grothaus recientemente por teléfono, pero no estaba preparado para unos choques tan vitriólicos, especialmente ahora cuando la pandemia ha hecho que la gente asuma posiciones tan extremas. Realmente, se me hizo imposible hacer mi trabajo.

Grothaus renunció el 15 de agosto junto con otros dos miembros de la comisión, entre ellos Dan Raasch, quien confesó tener miedo de que le estropearan su vehículo.

Chip Slaven, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Juntas Escolares, afirma que no hay evidencias concretas de renuncias masivas de ese tipo de entidades, pero tanto él como diversos voluntarios contactados por la agencia de noticias Ap admitieron que la polarización política se ha colado a las juntas escolares, y que ello les ha hecho difícil, si no imposible, hacer sus trabajos.

En Vail, Arizona, los participantes en una asamblea reciente se turnaron para denunciar a los miembros de la junta por el uso de cubrebocas, las vacunas y la enseñanza de temas raciales... a pesar de que ninguno de esos temas estaba siquiera en la agenda.

Por otra parte, al menos 10 mil niños en Sudáfrica han abandonado la escuela desde que comenzó la pandemia y los estudiantes aprendieron sólo la mitad o menos que el promedio en 2020 debido a las interrupciones provocadas por el coronavirus, indicó ayer el Ministerio de Educación.

Los cierres sin precedentes de nuestras escuelas han dado como resultado la reversión de los avances logrados en los últimos 20 años, afirmó la ministra de Educación, Angie Motshekga.

El activista Caleb Wallace, quien encabezó una campaña en Texas contra el uso de mascarillas y otras medidas de prevención del coronavirus, falleció víctima de Covid-19.

Israel amplió la población que podrá recibir la vacuna de refuerzo contra el Covid-19 y ahora la ofrecerá a todos los mayores de 12 años.

El ministro de Sanidad de Japón, Tamura Norihisa, aclaró que los dos fallecidos tras recibir la vacuna de Moderna no recibieron su dosis del lote que las autoridades eliminaron por contaminación, sino de otro suspendido por motivos de precaución. Según comentó a la cadena pública NHK, los biológicos que se usaron para las dos personas no pertenecían al lote donde fueron halladas las presuntas sustancias metálicas que contaminaron el fármaco.

En Atenas, 57 detenidos

Miles de antivacunas salieron a las calles de las ciudades griegas de Atenas, la capital, y Salónica para protestar por las medidas adoptadas por el gobierno griego para controlar la pandemia.

Según un comunicado de las autoridades griegas, en la plaza Sintagma, en Atenas, se congregaron 7 mil 500 personas, que atacaron con bombas molotov, bengalas y botellas a la policía, a lo que ésta respondió con agua a presión y gases lacrimógenos, dejando un saldo de 47 personas detenidas.

La pandemia ha dejado 216 millones 328 mil 547 casos confirmados y 4 millones 499 mil 828 defunciones en el mundo, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.