ndrés Manuel López Obrador defenderá posiciones mexicanas que nos conducen irremediablemente a la profundización de la tan sabida miseria mexicana; es decir, la miseria de los miserables, las medidas a tomar que nunca se toman y que han hecho de nuestra vida tan sólo sobrevivencia, escriturándose como lo más significativo de nuestros rasgos, ademanes, gesticulaciones y partículas tan inasibles de nuestro proceder que nos han impedido acceder a una identidad como tal. México son muchos Méxicos.
México, con sus pesadas herencias a cuestas, se ha configurado de unos caracteres y perfiles que lo diferencian de los nacidos en otros países, al margen de las condiciones sociopolíticas favorables o desfavorables, sin ánimo para modificar el escenario que se le presenta desfavorable, sin poder acceder a la búsqueda de su clave más honda; es decir, al secreto vivir de su ser.
México se enfrenta en Washington a un mundo cristalizado, cerrado, que intriga e inquieta tanto en las preguntas como en la definición.
Incesantes porqués mientras la tierra se empobrece, la indefinición se profundiza. Imposible acceder al cambio climático en la realidad.
Tragedia mexicana que nos hace vivir y vive en el margen, al margen, en las fronteras, en la exclusión, en la fragmentación, exiliado de la tierra y de sí misma, intentando sobrevivir.
Un dato que resulta indispensable en el escenario actual más allá o más acá, que 70 u 80 por ciento de la población era campesina y el resto vivía en las ciudades. En los últimos 30 años el cambio fue drástico. La población campesina es de 10 o 15 por ciento; el resto desborda las ciudades y se prolonga la miseria. Lo mismo el norteño, el del altiplano que el del sur, pasan hambre, frío, humillaciones y vejaciones. Mucho más los del sur. Sufren el desarraigo de su tierra, símbolos, costumbres, desfasados y descentrados, expulsados del campo y alineados a la ciudad a la que arriban; lo único que los define es la sobrevivencia. De su cultura no sabemos nada o muy poco. Sobreviven insertados en un sistema de esclavitud impuesto a la mayoría para convertirlos en minoría a pesar de ser tantos millones aplastados (Nezas y Anexas rodeando las grandes ciudades).
En espectral escenario de pobreza, lo que se vive son crímenes, saqueos, asaltos, secuestros, torturas, el narco utilizando a los campesinos para producir, mutilaciones, promiscuidad, fuerza bruta, inundaciones, temblores, huracanes, etcétera.
Por supuesto que existen diferencias insalvables entre México, Estados Unidos y Canadá.