El mayor riesgo de contagio de covid-19 para niños y adolescentes está en la comunidad, donde el cubrebocas y la sana distancia no se aplican de manera consistente. También los miembros de la familia pueden llevar el virus a los hogares, advirtió Nusheen Ameenuddin, pediatra de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, Estados Unidos.

En conferencia, la especialista resaltó que durante la pandemia se observó un aumento de 30 por ciento en los trastornos mentales entre niños y adolescentes. Es un problema que ya se tenía desde antes, pero en este periodo se exacerbó.

Explicó que las enfermedades que afectan el sistema nervioso central se presentan en todos los grupos de edad, pero en los adolescentes son más críticas, ahora como consecuencia del coronavirus, que pudo provocar la muerte de alguno de sus padres u otros familiares.

Ameenuddin, también directora de la Academia de Pediatría de Estados Unidos, explicó que la afectación de covid-19 entre menores de edad aumentó en las recientes oleadas por las variantes delta y ómicron, y todavía no se tiene suficiente información para determinar el tipo de secuelas y su gravedad en niños y adolescentes. Hasta ahora, lo que se ha visto es que menores con cuadro leve reportan fatiga persistente o algún otro malestar después de haber superado el coronavirus.

La especialista se pronunció a favor de que se proteja con la vacuna a este sector de la población. Incluso comentó que los ensayos clínicos para inmunizar a menores de cinco años han tenido buenos resultados y en las siguientes semanas se podría tener listo el producto. Mientras eso ocurre, indicó, la mejor estrategia de prevención es el uso de cubrebocas y la sana distancia.

En relación con la asistencia de los infantes a las escuelas, admitió que depende de los recursos con que cuentan los planteles para garantizar la aplicación de las medidas preventivas.