Domingo 6 de febrero de 2022, p. 25
La explanada de la alcaldía Venustiano Carranza, en la que arrancó la actividad Sábados de Baile, se convirtió en una pista de baile a la que acudieron chicos y grandes para disfrutar los diferentes ritmos musicales como rocanrol, danzón, salsa, cumbia, merengue y twist.
De manera simultánea se replicó la actividad en la Alameda del Sur, la Alameda Central y el Pilares Isidro Fabela, en Álvaro Obregón, con lo que las autoridades capitalinas promoverán la activación física, pero también la convivencia familiar.
A este lugar acudieron no sólo parejas, sino familias completas de Venustiano Carranza y de otras demarcaciones como Iztacalco o Benito Juárez, como el señor Alfonso Soriano, de 85 años, quien acudió acompañado por su esposa Margarita, de 82, su hija y su nieta Regina, a quienes también les gusta mover el bote.
El baile ha sido el único vicio
de su esposo, quien lo práctica desde niño, dijo Margarita, por lo que no dejaron pasar la oportunidad para ir a la explanada tras recordar que antes de la pandemia participaban en diferentes concursos.
Sirve para levantar el ánimo y quitar el estrés
Para David Romero, de 72 años, la convocatoria a los Sábados de Baile es una buena opción
para las personas que no tienen recursos para ir un gimnasio o un establecimiento de baile, tras lamentar que aún siga cerrado el salón Los Ángeles.
Ataviado con su traje de pachuco rosa con negro, sombrero, pluma y zapatos bicolor, expresó: Me siento bien bailando porque nos da alegría, me siento joven y nos ayuda a todos a seguir adelante, nos levanta el ánimo
.
Otro caso es el de Jorge, quien decidió no bailar, pero mencionó que fue un buen momento, porque te da alegría, aunque no bailes ver cómo lo hacen también se disfruta y se aprovecha para convivir
.
El baile al que acudieron decenas de capitalinos se prolongó por dos horas y las personas comentaron que esperan que para el próximo sábado se repita la convocatoria en la explanada de la alcaldía Venustiano Carranza, porque quita el estrés
coincidieron Monserrat y Jesús Camilo, quien vive en Iztacalco.