Recordada por su papel de Petunia, en la serie televisiva Cachún Cachún ra-ra-ra, en la década de los 80, Lupita Sandoval celebra 50 años de trayectoria, durante los cuales ha enfrentado sinnúmero de desafíos, diversas luchas, vencer estereotipos y, sobre, todo producir, crear y mantenerse vigente en teatro.

Sandoval, junto con su ex esposo Fred Roldán –fallecido en marzo pasado– fundaron hace 25 años, en lo que era su casa, el Centro Cultural que lleva los apellidos de ambos actores. Ahora sus hijos Mauricio y Fred la acompañan en el camino de la producción, actuación y preservación del foro ubicado en la colonia Escandón.

He tenido las dificultades que implican el no tener ningún padrino o una familia dedicada al medio artístico; además de que provengo de orígenes humildes y físicamente no soy muy agraciada, sino hasta chistosa, comentó la actriz y productora a La Jornada.

Me gusta el melodrama

Subrayó: Lo que digo no es porque la baja autoestima esté hablando, sino por que es la verdad; cuando volteas y dices: tengo talento, puedo hacer personajes con peso escénico, ganan los moldes que te ponen, en mi caso, de chistosa. De hecho no soy de las que ríe todo el tiempo, además me gusta el melodrama, hacer llorar a la gente, ser mala o sufrida.

Es cierto, que también disfruto hacer comedia, pero (los estereotipos) sí me han coartado; tampoco sé cuántas oportunidades se han perdido; en realidad me he tenido que rascar con mis propias uñas, pero afortunadamente sé hacer mi trabajo.

Desde que Sandoval estudiaba en la preparatoria, ya trabajaba en teatro, pues nunca dejé los estudios y egresé de la Universidad Nacional Autónoma de México. Además de la teoría, la práctica hace al maestro y tengo talento para dirigir, producir y escribir.

Sin embargo, recordó, hubo un momento en que el hambre me obligó, junto con Fred que era mi esposo, a que mi casa se convirtiera en teatro, el cual cumplió en enero pasado 25 años.

Con Petunia, que fue un parteaguas no sólo en su carrera, sino en su vida, “la gente piensa que ahí empezó mi carrera, pero inició 10 años antes. Lo cierto es que el personaje me marcó para bien y para mal; pues me siguen reconociendo, incluso los jóvenes, que no vieron la serie saben de ésta por sus papás o abuelos. Pero cuando me van a ver a mi show Gorda ¿yo?, platico sobre esta experiencia”.

En contraparte ese papel me encasilló, lo cual me ha costado muchísimo trabajo. Incluso, me salí antes de que terminara la temporada porque sabía lo que podía lograr, porque ya había hecho tragedia griega y musicales con los grandes de la época como Manolo Fábregas.

La actriz puntualizó: La lucha ha sido parte de mi historia, pero la verdad todo ha sido muy satisfactorio; me siento contenta de lo que he logrado, del reconocimiento de la gente, porque aprendí que una cosa es fama y otra prestigio. Sí me puedo preciar de que tengo buen prestigio.

Todos los días, contó Sandoval, tengo una muestra de cariño de alguien, el público me quiere, además de que trato de ser humilde y buena onda; si fuera por la gente, ellos me contratarían, pero a los que hay que convencer es a los productores, son los que pagan. En realidad, existen estereotipos donde te colocan, en un molde.

Sin embargo, aceptó, como productora también me ha llegado ocurrir que por el perfil de alguien no lo elija para un personaje y hasta que lo demuestran es cuando digo: mira, le hubiera hablado. Esa es nuestra realidad, así he luchado y nunca me rajé, porque esta carrera significa 80 o 90 por ciento de sufrimiento, caída tras caída, pero si te sabes levantar vives de lo que te gusta, que eso es para mí el éxito y gran triunfo.

Ahora tras el deceso de Fred Roldán, Lupita asumió la dirección y operación del Centro Cultural Roldán Sandoval, el cual no ha parado ninguna de sus actividades y el inmueble está siendo remozado para que tenga todavía más vida.

Sin duda, “el foro va muy bien, mis hijos también están trabajando ahí y en cartelera están las obras Y llegaron las brujas, con Fred Roldán jr, de jueves a domingo; de lunes a miércoles se presenta El fantasma de la ópera, protagonizada por Mauricio Roldán. Mientras que Pinocho, será sustituida por La Bella y la Bestia (los sábados y domingos por la tarde) y Alicia en el país de las maravillas, se escenifica en matinés del fin de semana.

Además Lupita Sandoval continúa con el monólogo Gorda ¿yo? en el teatro Wilberto Cantón, Los huevos de mi madre, en el Jorge Negrete, y el musical La historia de Mowgli, donde es directora y escritora, con producción de Mauricio Roldán, el cual ha tenido éxito en el Rafael Solana.