El pleito entre el cantante Christian Nodal y Universal Music terminaría en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), si es que alguno de sus ministros hace suya la solicitud de ejercicio de la facultad de atracción que la disquera interpuso ante el máximo tribunal del país. El intérprete disputa una supuesta exclusividad y los derechos de sus grabaciones, que la empresa afirma le pertenecen.

El conflicto surgió cuando Nodal intentó separarse de la disquera, la cual sostuvo que existía un compromiso legal que el cantante no podía romper unilateralmente, y lo demandó ante el juzgado trigésimo cuarto de lo civil de la Ciudad de México.

Al admitir la demanda, el juez capitalino dictó varias medidas cautelares que incluían la prohibición para que lanzara al mercado nuevas grabaciones y la orden a cualquier empresa para que depositara, a nombre del juzgado, un porcentaje de lo que se le pagara al cantante por cualquier presentación en vivo.

Las medidas cautelares incluían una notificación a Belinda Peregrín, entonces novia de Nodal, para que se abstenga de realizar, producir, explotar, promover, comercializar, difundir o grabar cualquier videoclip, videograma, fonograma, grabación sonora con la interpretación como solista y/o conjunta de Christian Nodal sin el consentimiento de Universal Music.

En contra de este fallo, el cantante promovió un amparo ante la justicia federal, denunciando la violación a sus derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas en los artículos 14 y 16 constitucionales.