Lysychansk. Fuerzas ucranias que combaten a los rusos en Severodonietsk parecían a punto de retirarse ayer, reconoció Serguei Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, tras subrayar que una retirada no equivaldría a abandonar definitivamente esta urbe crucial para el control del conjunto de la cuenca minera del Donbás.

Es posible que sea necesario retirarse hacia posiciones más fortificadas, declaró Gaidai.

Severodonietsk, estratégica ciudad del este, blanco de intensos bombardeos rusos, se ha convertido en el centro de la ofensiva rusa en su intento de apoderarse de una franja oriental de Ucrania.

Rusia afirmó antier que controla ya las zonas residenciales y que Ucrania conserva la zona industrial y la periferia.

Severodonietsk y la ciudad gemela de Lysychansik son el último gran núcleo urbano controlado por Kiev en Lugansk. Actualmente son el principal campo de batalla y su caída despejaría el camino de Rusia hacia Kramatorsk, capital administrativa de facto del Donbás.

En tanto, trabajadores recuperaron decenas de cuerpos de los escombros de edificios destruidos en una interminable caravana de muerte dentro de la devastada ciudad de Mariupol. Se pueden encontrar entre 50 y 100 cuerpos en cada inmueble, indicó Petro Andryushchenko, colaborador de la alcaldía en la ciudad portuaria que se encuentra bajo control ruso.

Añadió que los cuerpos son trasladados a la morgue o a fosas comunes. Al menos 21 mil civiles de Mariupol murieron durante el asedio ruso que duró varias semanas, según cálculos de las autoridades ucranias.

La provincia de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, retomará el tráfico ferroviario de carga y pasajeros con Crimea, declaró Vladimir Rogov, miembro de la administración cívico-militar de la zona.

La portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova, afirmó ayer que las armas que Occidente envía a Ucrania provocan el desarrollo del mercado negro de armamentos en Europa occidental. Agregó que las autoridades de los países proveedores silencian el problema pero que expertos independientes y estructuras especializadas, como Interpol, ya empiezan a dar señales de alarma.

El presidente de Ucrania, Volo-dymir Zelensky, anunció que el país suspenderá las exportaciones de gas y carbón, pues destinará estos suministros a cubrir las necesidades internas.