Entre enero y mayo, efectivos del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) localizaron los cuerpos de 37 migrantes, de los cuales 33 se ahogaron debido a la fuerza de la corriente, la profundidad y las bajas temperaturas del río Bravo en los estados de Coahuila y Tamaulipas, y el resto en Acayucan, Veracruz y Tijuana, Baja California.

La dependencia indicó que de los fallecidos en el afluente, 24 fueron localizados en Piedras Negras y nueve más en Ciudad Acuña.

Por medio de un comunicado, el INM precisó que de ellos, 22 no portaban identificación, mientras 15 eran originarios de Nicaragua, Honduras, Guatemala, Cuba, Perú, Venezuela y México, quienes buscaban cruzar a Estados Unidos. En total fueron localizados los cuerpos de cuatro mujeres.

Además, el instituto señaló que halló a un menor de edad reportado como desaparecido desde el 9 de mayo en Actopan, Veracruz. Fue ubicado durante una inspección de rutina a un autobús de pasajeros en el punto de revisión migratorio en la comunidad de Santa Cecilia, municipio de Moloacán.