Kiev. Rusia bombardeó ayer un barrio residencial de Kiev, con saldo de al menos un muerto y seis heridos, informó el alcalde de la capital, Vitaly Klitschko, quien precisó que había gente bajo los escombros, por lo que el balance podría agravarse.

Hasta cuatro explosiones sacudieron el centro de Kiev en la madrugada, en el primer ataque de este tipo en la ciudad en semanas.

Klitschko reportó que “encontraron un cuerpo y seis residentes de un edificio que resultaron heridos, cuatro de los cuales fueron hospitalizados, entre ellos una niña, que estaba fuera de peligro.

Más tarde, el presidente Volodymir Zelensky informó que el padre de la menor murió en el ataque.

Un jardín de infancia fue dañado y tenía un enorme cráter en su patio, según los reportes. El barrio alberga una fábrica de armamento, llamada Artem, fundada a finales del siglo XIX, que produce sobre todo cohetes aire-aire y antitanques y misiles de gran calibre, según un portal especializado ucranio.

El blanco fue una fábrica de armamento: Defensa rusa

Horas después del bombardeo, el Ministerio ruso de Defensa confirmó que esa fábrica era el blanco del ataque y un misil ruso alcanzó de forma precisa (sus) talleres. Según el ministerio, los daños ocasionados en un edificio residencial aledaño los causó un misil ucranio de la defensa antiaérea.

Moscú señaló además que atacó tres centros de entrenamiento militares en el norte y el oeste de Ucrania, uno de ellos cerca de la frontera polaca, días antes de una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, de la cual Polonia es miembro.

Estos bombardeos fueron realizados con armas de alta precisión de fuerzas aeroespaciales rusas y misiles (de crucero) Kalibr, indicó el ministerio ruso de Defensa. Entre los blancos apuntados figura un centro de entrenamiento militar de las fuerzas ucranias en el distrito de Starytchi, zona de Leópolis, a 30 kilómetros de la frontera polaca.

Las tropas rusas han comenzado a bombardear con artillería la localidad de Lysychansk, último reducto controlado por las fuerzas ucranias en la provincia de Lugansk, lo que anticipa una inminente ofensiva terrestre.

Por otra parte, una red encubierta de espías y unidades militares de Estados Unidos y sus países aliados ayudan a las fuerzas de Ucrania a enfrentar al ejercito ruso que lleva a cabo una operación militar en ese país, informó el New York Times.