Domingo 19 de febrero de 2023, p. 8
Berlín. La Berlinale cedió ayer su alfombra roja a los disidentes iraníes, que homenajearon la lucha por los derechos cívicos en su país.
Además de la simbólica celebración, el 73 Festival de Berlín acogió un debate sobre la libertad de expresión en la República Islámica y se proyectaron películas relacionadas con el tema.
El objetivo era darle voz a la gente
que lucha por sus derechos desde hace seis meses en Irán, explicó a Afp la codirectora del certamen, Mariette Rissenbeek.
Unos cincuenta actores, directores y guionistas posaron bajo el eslogan Jin, Jiyan, Azadi (Mujeres-Vida-Libertad) escrito con enormes letras verdes y azules en la gran pantalla que preside la alfombra roja, a la entrada del Berlin Palast.
Se trata de una referencia a la consigna de las manifestaciones desencadenadas por la muerte, en septiembre, de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años, detenida tres días antes por infringir el estricto código de vestimenta islámico.
Algunas asistentes blandían sus propios carteles.
Actrices como Golshifteh Farahani, miembro del jurado, o Zar Amir Ebrahimi, tenían lágrimas en los ojos.
En una dictadura como Irán, el arte (...) es esencial, como el oxígeno
, declaró Golshifteh Farahani.
Esperamos poder cambiar algo por medio del cine
, dijo Zar Amir Ebrahimi, premio de interpretación femenina el año pasado en Cannes por Araña sagrada.
Sistema patriarcal
Zar Amir Ebrahimi juega un papel central en dos películas presentadas en la Berlinale sobre la disidencia iraní.
En Siete inviernos en Teherán, de la alemana Steffi Niederzoll, interpreta a Reyhaney Jabarri, condenada a muerte, y ejecutada en la horca en 2014, por el asesinato de un hombre a quien acusaba de haberla agredido sexualmente cuando ella tenía 19 años.
A partir de imágenes filmadas clandestinamente, de grabaciones telefónicas, de cartas y del diario que mantuvo en la cárcel entre 2007 y 2014, el filme explica el combate que su familia libró sin éxito para salvarla.
Zar Amir Ebrahimi, que abandonó su país tras la difusión de un video íntimo que provocó humillaciones y escándalos, es una víctima de ese sistema patriarcal iraní, como lo era Reyhaney Jabarri
, señaló la realizadora alemana.
No colaboré con ese sistema, exactamente como Reyhaney
, confía Zar Amir Ebrahimi.
La actriz también presenta parte de su historia en el documental Mon pire ennemi (Mi peor enemigo) del director iraní Mehran Tamadon, quien tambén vive exiliado en Francia.
En esa película, interpreta a una agente del régimen que interroga al cineasta, a quien le ordena desvestirse y salir a la calle en calzones tras haberlo duchado por la fuerza.
Filmada desnuda
Tanto Mehran Tamadon como la actriz vivieron en la realidad episodios humillantes infligidos por las autoridades iraníes.
Zar Amir Ebrahimi explica que tuvo que desvestirse ante una mujer bajo pretexto de un examen médico y que fue filmada desnuda.
El interrogatorio que sufrí en Irán fue menos duro que el de Zar. En la película sabía que iba a volver a casa. En Irán ellos tenían mi pasaporte e ignoraba durante cuánto tiempo iba a permanecer
retenido, recordó Tamadon.
También se presentó en Berlín una obra de ficción iraní, La sirena, de Sepideh Farsi. Narra la historia de Omid, un adolescente de 14 años que se quedó con su abuelo en Abadán, capital de la industria petrolera iraní, durante la guerra con Irak de principios de los años 1980.
Fue un momento clave en la historia de Irán, como sucede con la revolución actual
, declaró Sepideh Farsi en rueda de prensa en Berlín.
La Berlinale ha sido un lugar de recompensa para el cine iraní. Entre quienes han ganado el Oso de Oro figuran Asghar Farhadi (Nader y Simin, una separación), Jafar Panahi (Taxi) y Mohammad Rasoulof (La vida de los demás).