Abucheos para Cocca y Ochoa
Lunes 27 de marzo de 2023, p. 2
Hubo una época en que la relación entre la selección mexicana y la afición era profunda. Pocos recuerdan que sus rivales, la mayoría de Concacaf, necesitaban más que destellos de inspiración para ganar en el estadio Azteca. La realidad ahora parece otra. En el inicio de un proceso que promete cambios a futuro, el Tri de Diego Cocca sufrió para empatar 2-2 ante Jamaica bajo una tormenta eléctrica que detuvo el juego casi 20 minutos.
Más que una fiesta por su regreso a casa después del Mundial, el equipo mexicano enfrentó un feroz reclamo en su templo. Miles de personas abuchearon con ganas a Cocca y al portero Guillermo Ochoa cuando aparecieron por primera vez en las pantallas gigantes. Lo mismo en los casos de Jorge Sánchez y Raúl Jiménez, delantero que dejó fuera de la lista rumbo a Qatar a Santiago Giménez.
Con el cañonazo de Bobby Reid (minuto 7), que puso adelante a los jamaicanos y dejó a Ochoa tendido desde más de 20 metros, la situación devino en algo peor. A pesar de la lluvia, buena parte del Azteca cantó ¡Acevedo, Acevedo!
a favor del joven de Santos, Carlos Acevedo, y en desmedro del capitán de la selección. En el aire se respiraba el riesgo de quedar fuera del Final Four en la Liga de Naciones de la Concacaf, pero sobre todo de un nuevo Aztecazo, tan inesperado como el de 2001 ante Costa Rica.
En medio de un escenario que lo devoraba, Cocca salió de su área técnica para no regresar hasta conseguir el empate. En una jugada fortuita y casi cayéndose en el área, Orbelín Pineda se encontró la pelota luego de una combinación entre Hirving Lozano y Luis Chávez para conseguir el 1-1 y un poco de aire (17). Pero Jamaica, sin prejuicios ni temores, olfateó que el extinto gigante de la Concacaf estaba en problemas y siguió en la suya.
Un descuido de Edson Álvarez, más preocupado por amedrentar a los delanteros que en mantener la mirada fija en un tiro de esquina, permitió que los caribeños recuperan la ventaja tras un autogol (32). Paradójicamente, el diluvio que cayó anoche al sur de la capital coincidió con el peor momento del Tri en su segundo compromiso bajo el mando de Cocca.
Dada la cantidad de rayos que iluminaban el cielo gris, el árbitro Ismail Elfath decidió detener las acciones al minuto 34. Sólo así el equipo mexicano, por momentos perdido y falto de profundidad, pudo recuperar sus signos vitales. Los más de 66 mil 763 aficionados que se dieron cita en el Coloso de Santa Úrsula respiraron de alivio luego de una falta sobre Henry Martín, que el Chucky Lozano convirtió de penal (45+1).
Por un momento, Cocca y sus dirigidos volvieron a creer que su segundo triunfo en el torneo de Concacaf era posible. Sin embargo, el empate no alcanzó para esconder las dudas que rodean su nuevo proceso. Como sucedió también en el ciclo de Gerardo Martino, el grito discriminatorio de ¡Eeehh puto!
contra los porteros retumbó en más de una ocasión, producto de las pocas alegrías futbolísticas.
En términos estadísticos, el Tri llega a ocho puntos y asegura su pase a la siguiente ronda en la Liga de Naciones. En lo deportivo, en cambio, su proyecto está lejos de sus sueños de grandeza.