AMLO descarta crisis de fin de sexenio // Reprochan a la oposición que se haya dejado chamaquear // Rector gastalón
Guerra política acelerada // Marcelo y la favorita
// Coahuila, pa’llorar // Charrismo y 4T
Caminos distintos
Día Internacional del Trabajo // Ancestrales reivindicaciones // Neoliberalismo, veneno social
Oposición: mucho ruido y poco oficio político // De la mano, la Corte y el pensamiento azul
Muerte digna, ¿imposible?
De acceso a las tecnologías
n la conferencia presidencial de ayer, la titular de la Financiera para el Bienestar (Finabien, antes Telecomm), María del Rocío Mejía, anunció la puesta en marcha de un instrumento financiero específicamente diseñado para los connacionales en Estados Unidos y sus familias en México: la tarjeta Finabien, por medio de la cual las y los mexicanos que trabajan al norte del río Bravo no sólo podrán disponer de una cuenta corriente en dólares sino también efectuar remesas al territorio nacional de manera directa y a un costo mínimo.
Llama a la defensa de los derechos laborales ante la burguesía
orque el trabajo es la fuente de riqueza de la humanidad, festejamos el 1º de Mayo refrendando nuestra decisión de continuar defendiendo en todos sentidos a los trabajadores.
ejos quedaron los primeros de mayo en que (Arturo Cano dixit) los obreros estrenaban uniformes aunque conservaran a los mismos líderes sindicales de siempre. Hoy, algunos dirigentes gremiales se han renovado porque los anteriores han muerto, pero, en su mayoría, siguen siendo los de siempre. Los recambios en las grandes centrales o federaciones pueden contarse con los dedos de las manos. Lo que no se ve en los desfiles o las concentraciones son nuevos conjuntos de vestir deportivos ni ropa de trabajo recién salida de los talleres de confección.
l nacionalismo mexicano es histórico, vale decir, una necesidad sentida del pueblo de México construida desde su experiencia histórica: no podemos olvidar los términos del tratado de Guadalupe Hidalgo del 2 de febrero de 1848, por el cual México debió entregar a Estados Unidos 55 por ciento de su territorio, incluyendo los estados actuales de California, Nevada, Utah, Nuevo México, la mayor parte de Arizona y Colorado, y partes de las actuales Oklahoma, Kansas, y Wyoming. México debió renunciar a todas sus reclamaciones a Texas, y reconocer el río Bravo como la frontera con EU. Fue el trago más amargo que debió vivir una república aún embrionaria, pero está muy lejos de haber sido el único. Desde 1821 debió vivir el asedio continuo de Inglaterra, España y, especialmente, de Francia, que invadió el país, lo sometió y le impuso un monarca
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l anuncio de la compraventa de 13 centrales eléctricas despertó las más fuertes pasiones y reacciones negativas dentro del círculo rojo de la opinocracia nacional. Para intentar descalificar la operación y todo lo que el gobierno (y la misma empresa) anunció, de inmediato se decía que era una negociación entre privados y que el gobierno poco o nada tenía que ver en ella. La estructura de la acción se convirtió de inmediato en uno de los principales elementos a discusión. ¿Quién era el dueño, el Estado o un privado? La realidad es que tanto el gobierno federal como la empresa en su comunicado inicial dieron todos los elementos para entender dicha estructura.
ace unos días, en la Feria del Libro de Bogotá, en la que México fue el país invitado y Pancho Villa el personaje central del hermosísimo pabellón diseñado por Marco Barrera Bassols, Paco Ignacio Taibo contó cómo se conocieron el muy culto y acaudalado burgués Francisco I. Madero y el iletrado abigeo Pancho Villa. Todo parecía estar en contra de ese encuentro, ¿qué tenían en común el idealista vegetariano que nació en sábanas de seda y el jugador de gallos finos que dormía al raso con la silla de montar como almohada y el sarape como cobija? Tenían en común la verdad: Villa escuchó a Madero y supo que el chaparrito hablaba con la verdad y que estaba dispuesto a morir por sus ideas y por la nación. Porque la vida que había llevado Pancho Villa le había dado un infalible detector de mentiras.
l romper contra la costa el oleaje de los sonidos, por fino que sea no acaba con el silencio, así como los peces nadando no agotan el agua que los prohija y transporta.