Opinión
Ver día anteriorMartes 13 de junio de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad perdida

Morena y ¿el fin? del ritual tricolor

A

quella vieja tonada que durante décadas acompañó con acordes fuertes y estridentes el galopar de la bufalada en el ritual que ungía a quienes se convertirían en la ciencia y la consciencia del país, apenas quedó en susurro.

Ni matracas ni besamanos, apenas algunas mantas que recordaban que aún hay políticos trasnochados, gente carente de imaginación o de mala voluntad que nos mostró que en algunas partes no hay avance.

Sí, se trató de la convención de Morena, ese cónclave en el que se acuerdan las formas para una contienda de la que saldrá seguramente, si las cosas siguen como hasta ahora, quien se haga cargo de la siguiente etapa de la 4T desde la Presidencia de la República.

Parecía un partido curado, por decirlo de alguna manera. Ese organismo que pudo vencer la inercia, la mala costumbre, el ADN tricolor. Sí, eso parecía. Sin largas piezas de demagogia purificada, se dio paso a un programa consensuado, con reglas claras y salidas de emergencia.

No habrá debates directos. La sentencia parecería querer descafeinar el proceso, pero lo que sí logrará es evitar las rivalidades enconadas que terminan creando enemigos, para lograr acuerdos de conciliación que no permitan, más tarde, la venganza que destierra personajes.

Por el contrario, se trata de no desperdiciar el talento de líderes en plenitud de facultades que tengan por entendido que la 4T debe continuar, y así, en lugar de cercenarlo, se extiende el brazo de la idea de trasformar al país.

Tampoco hubo caras pintadas para la guerra. Los largos cuchillos se fueron guardando por más que durante meses se hubieran afilado y se pararon los manejos equivocados y sin destino.

¿Todo cambió? ¿Quien sabe?, aún hay politizombies que viven de las viejas formas. Sí, de aquellas en las que lo importante era el copete y los programas de gobierno tenían el tufo innegable de la corrupción.

Ahora se tiene, y con mucha claridad, un camino sin entronques falsos, los senderos están bien delineados, tal vez se requiera precisar momentos y tareas, compromisos apegados a la 4T, pero para eso se abrieron los dos meses de precampañas en las que se habrán de desnudar las verdades.

De todas formas, aún hay muchos que no encajan en el quehacer ya establecido. Sus manifestaciones de despecho y coraje se verán muy pronto y veremos cómo se juntan los que perdieron la brújula y los que no han perdido el ADN tricolor. Acuérdese de eso.

De pasadita

Cosa de ser responsable. Por los pasillos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, hoy la jefatura de Gobierno, se habla de que Claudia Sheinbaum ya tiene decidido el nombre de quien deberá sustituirla.

En ese sentido el más preocupado resulta el secretario de Gobierno, Martí Batres, quien ya sabe que él no es, por lo que su renuncia al cargo parece estar a punto de ser entregada, y no le queda más que la opción de convertirse en precandidato a la misma Jefatura de Gobierno, algo así como la misión imposible.

Ahora el asunto es quién fue el elegido. Se habló durante muchos días de Luz Elena González, jefa del área financiera como opción, pero así como creció, el rumor se fue apagando, y aunque no se ha descartado, no se toma como una alternativa sostenible.

Desde luego, hay otros personajes que podrían, bien asesorados, cumplir con la tarea. No hay, entre quienes quedan, eso sí, muchos con tablas en la política, pero si se tratara de alguien a quien la experiencia, por corta que fuera, le pudiera ayudar para formar un perfil político importante, tal vez valdría la pena intentarlo. La pelota está en la cancha de la jefa de Gobierno, aunque, me insisten, todo está decidido, hasta las sorpresas.