La presa Yuribia, cerrada
Colonias pobres y campamentos de migrantes, los más perjudicados // Deforestación empeora la sequía
Jueves 15 de junio de 2023, p. 25
Coatzacoalcos, Ver., El sur de Veracruz enfrenta la oleada de calor en medio de una de sus peores crisis por la falta de agua debido al cierre de la presa Yuribia a causa de la reparación de un ducto, y la disminución de lluvias, lo que impide la recarga de la cuenca Tezizapan-Huazuntlán. Quienes más sufren por la escasez son los habitantes de las colonias pobres y los migrantes que acampan en las calles en espera de permisos de libre tránsito.
Los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque dejaron de recibir el líquido procedente de dicho embalse, ubicado en la sierra de Santa Marta. La tubería que trasvasa el recurso presenta varias fisuras y está en reparación.
En esta región se registran temperaturas cercanas a 40 grados centígrados; sin embargo, por ser una zona industrial que incluye complejos petroquímicos, se llega a percibir una sensación térmica cercana a 50 grados.
En Minatitlán hay 10 colonias afectadas por el desabasto de agua; mientras, en Cosoleacaque, su área rural e industrial, en la zona conocida como Canticas, donde se encuentran el aeropuerto y la base naval, se reporta escasez del líquido.
En Coatzacoalcos, con una población de más 300 mil habitantes, 65 por ciento de sus colonias no han recibido el recurso desde el 9 de junio, cuando se cerraron las válvulas para la reparación del ducto. El resto tiene el servicio limitado por horas.
Aunque las autoridades esperaban que este miércoles concluyeran los trabajos, el agua tardará en llegar 48 horas más hasta los hogares.
Además, la falta de lluvias en la zona serrana, la deforestación y la erosión disminuyeron el caudal de la cuenca que abastece varias presas y eso ocasionó también un ajuste del suministro para las poblaciones más grandes desde febrero anterior.
Las comunidades que más padecen por la falta de suministro están en la parte más antigua de Coatzacoalcos; el gobierno municipal apenas tiene 10 pipas para abastecer a las viviendas.
La directora del organismo operador de agua, Hildeliza Díaz Calafell, informó que los tres hospitales del municipio consumen, cada uno, 10 tanques cisterna diarios, y ya se puso en marcha un plan para abastecerlos primero, junto con algunas escuelas.
Otro lugar muy afectado es la zona del pantano, donde viven las familias con menos ingresos, que además no cuentan con tinacos ni aljibes para guardar el líquido. Todos los días deben buscar los manantiales y pozos municipales para abastecerse.
Marta Elena Gómez Vargas, vecina de la colonia Sector popular, relató que dos veces al día va con sus hijos a llenar sus garrafas de 20 litros al pozo La Noria; paga taxi para trasladarlas y después las tiene que cargar para llenar otro tanque.
En su casa viven nueve personas y ella se dedica a vender comida; por lo que requiere de bastante agua para cocinar y lavar los trastos. Señala que desde que empezó el problema no les han enviado ninguna pipa.
José Barrios, de Santa Rosa, indicó que ellos solicitaron un carro cisterna al jefe de manzana y no se las quieren mandar porque están cerca de los pozos de abastecimiento.
Día y noche, los habitantes de Coatzacoalcos buscan agua en los manantiales que se usaban como fuente de abastecimiento hace 100 años.
Muchos migrantes llevan hasta tres meses acampando bajo el puente de la Avenida Uno, un área que es una especie de santuario donde el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) no puede realizar redadas.
Byron Alcides, de Honduras, dice que por el intenso calor de esta región de México se ha replanteado la idea de seguir en su camino hacia Estados Unidos. Ya lo detuvieron en migración, y ahora sólo los dejan estar en Villahermosa, Tabasco.
José Santos Velázquez, otro hondureño, señala que lleva tres semanas haciendo trámites para transitar por México legalmente, y todos los días paga cinco pesos para bañarse y cinco por usar un sanitario. Duerme con otros migrantes en colchones viejos que han dejado otras personas.
Las temperaturas cercanas a 40 grados en Coatzacoalcos son sofocantes para ellos; además, deben aguantar los mosquitos. Tratan de comer al menos una vez al día y se hidratan con el agua y sueros que les dan en la estación de Médicos sin Fronteras, pero si no quieren ser molestados por personal de la Guardia Nacional, la Marina o del INM, deben permanecer debajo del puente.