Opinión
Ver día anteriorJueves 13 de julio de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
La Conferencia Nacional de Salud brasileña
U

no de los principales mecanismos de formulación de las políticas de salud en Brasil son las Conferencias Nacionales de Salud, que reúnen autoridades sanitarias, representantes electos territoriales (municipios y estados), representantes gremiales, universidades y académicos, organizaciones no gubernamentales (ONG), etcétera. Asimismo, cuentan con mecanismos democráticos de toma de decisiones mediante votaciones en mesas, a las que se mandan las propuestas para la política nacional de salud con el fin de su aceptación o rechazo.

A principios de junio se realizó la 17 Conferencia Nacional de Salud, en Brasilia, con la presencia de 4 mil delegados electos. Sus resultados tendrán un papel importante en la formulación de la política de salud del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que tiene una base parlamentaria bastante inestable. Ante esta situación se apuesta a una movilización fuerte en todos los ámbitos de la sociedad involucrados en el tema, o sea, casi todos. Es la manera que permitiría retomar el Sistema Único de Salud (SUS), que Jair Bolsonaro trató de desmontar durante su gobierno para sustituirlo con un sistema netamente neoliberal.

Ese sistema fue elaborado como la gran política de salud posdictatorial en la edición 8 de la Conferencia Nacional de Salud y fue plasmada en la Constitución de 1988. Debe subrayarse que Brasil nunca tuvo un sistema de seguridad social con prestación de servicios médicos propios, sino funcionaba como un seguro que los compraba al sector privado. Tampoco tuvo una red de ellos para la población no asegurada estatal o federal antes de ese sistema. Este tipo de servicios generalmente formaba parte de las universidades o tenía sus raíces en instituciones religiosas.

Se trata de un sistema universal, gratuito y equitativo. Fue descentralizado al nivel municipal, pero ante la imposibilidad de los municipios pequeños de ofrecer todos los servicios se formaron regiones de salud con redes integradas de esta última. Está basado en la medicina familiar en el primer nivel de atención, que incluye la prestación de servicios médicos, así como la promoción y prevención. Pronto se reveló que los médicos brasileños no querrían ir a las zonas alejadas a pesar de un pago extra. A raíz de esta experiencia se implantó el programa Mais Médicos, sostenido principalmente por profesionales cubanos.

El SUS, por primera vez, dio acceso efectivo a los servicios de salud a decenas de millones de brasileños. Aun cuando es de acceso gratuito, se gestó un sistema de seguros y prestación directa de servicios privados para la clase media acomodada y los más pudientes. Alrededor de 25 por ciento de la población pertenece al sistema privado.

Ha pasado por distintas etapas, pero la más difícil fue durante el gobierno de Bolsonaro, que congeló el presupuesto por un tiempo prolongado, planteó una concepción de mercantilización y privatización como base de su política de salud y presionó a la baja los salarios. Suprimió un número importante de programas preventivos; por ejemplo, el de vacunación universal y los de salud sexual y reproductiva.

La edición 17 de la Conferencia Nacional de Salud tuvo varios ejes importantes de acción. El primero y más relevante fue reconstruir y volver a hacer viable el SUS. Esto pasa por un incremento real y creciente del presupuesto público de salud, para que llegue a representar por lo menos 60 por ciento del gasto total en el sector. Se plantearon varias vías para lograrlo. Significa quitar el congelamiento legal del presupuesto de salud impuesto por Bolsonaro y la derecha neoliberal. La defensa de la ministra de Salud, Nísia Trinidad, que ha demostrado ser una constructora talentosa de instituciones y que, además, es la primera mujer en el cargo, ha impulsado, junto con otras personas de Fiocruz, el equivalente al INSP pero muy dinámico y científicamente competente, la construcción de un complejo médico-industrial público como base del desarrollo económico nacional y un pilar de la autonomía nacional.

Resulta interesante constatar que destacó la presencia fuerte de las distintas políticas identitarias que se han desarrollado como reacción a la discriminación contra las mujeres, indígenas, afrobrasileños, minorías sexuales, etcétera. Este hecho llevó a una discusión profunda sobre la universalidad e igualdad versus equidad y las medidas con acciones afirmativas, discusión que tiene implicaciones teóricas y políticas profundas. Se presentaron, además, reivindicaciones gremiales de todo tipo como la demanda de incrementos salariales, particularmente de las enfermeras, reducción de la jornada de trabajo, etcétera.

Adolfo Gilly, hasta siempre.