Miércoles 8 de noviembre de 2023, p. 31
Al cierre del tercer trimestre del año, los microcréditos, un modelo de financiamiento que los bancos aplican en el sector popular, fue el tipo de préstamos que tuvo el mayor avance en el segmento de consumo, por encima de las tarjetas de crédito o los préstamos de nómina, muestran cifras oficiales.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre de septiembre, el saldo de la cartera de crédito de este tipo de financiamientos alcanzó 35 mil 513 millones de pesos, un aumento de 23.4 por ciento en términos reales si se compara con los 27 mil 777 millones reportados al cierre del noveno mes del año previo.
Se trata de la primera ocasión que este modelo de financiamiento es el que tiene un mayor avance en el segmento de consumo, que incluye las tarjetas de crédito, los créditos personales, de nómina y los automotores, entre otros.
Son préstamos de bajos montos que se colocan en comunidades rurales o se distribuyen en el sector popular, y la forma más común de otorgarlos es grupal, es decir, se otorgan a un determinado grupo de personas y en caso de que una no pague el resto debe hacerlo para que se les vuelva a abrir una línea de financiamiento.
Según las últimas cifras disponibles por parte del organismo regulador, este tipo de financiamientos cuentan con un índice de morosidad de 2.66 por ciento (o el equivalente a 944 millones de pesos), y comparado con el 2.78 por ciento reportado al cierre de septiembre de 2022, hay una disminución de 0.12 puntos porcentuales.
De acuerdo con las estadísticas, el saldo de la cartera de crédito total de consumo avanzó 14.3 por ciento en términos reales para situarse en un billón 379 mil millones de pesos; el portafolio de las tarjetas de crédito alcanzó un monto de 532 mil millones de pesos, lo que representó un alza de 19 por ciento y el de créditos de nómina llegó a 365 mil millones de pesos, un incremento de 11.2 por ciento.
A su vez, el índice de morosidad es el segundo más bajo dentro de los segmentos de consumo, sólo por detrás de los préstamos para autos, cuyo índice de morosidad es de 1.16 por ciento; pero mejor al de tarjetas de crédito, que es de 3.31 por ciento, o los préstamos de nómina, en donde se sitúa en 3 por ciento.
Las instituciones bancarias que participan en la colocación de este tipo de préstamos anticipan que por lo que resta del año, el saldo de la cartera seguirá al alza, pues se avecinan las festividades de fin de año, temporada en la que los microempresarios del sector popular demandan más financiamiento.
“Hay buenas tendencias de crédito en octubre, prevemos un buen noviembre, y un diciembre fuerte, por eso esperamos que las expectativas de cartera vayan mejorando… El próximo año podríamos crecer a doble dígito, esto habla del buen dinamismo que vemos en el mercado, entonces en México hay un mercado sin acceso a servicios financieros muy grande y no vemos una desaceleración del crédito”, dijo Patricio Diez de Bonilla, director general de Compartamos Banco en una conferencia de prensa.
Información del Banco de México (BdeM) indica que la tasa de interés promedio que cobran este tipo financiamientos es de 47.04 por ciento, lo que los coloca como los préstamos de consumo con los réditos más altos.