Las Tandas para el Bienestar bajo el resguardo de la Secretaría de Bienestar se desplegaron entre expedientes incompletos o prácticamente inexistentes, beneficiarios que no cumplían con los requisitos o que no acreditaron el pago de los primeros apoyos sociales para acceder a un mayor monto y la falta de transparencia en los beneficiarios, evidenció la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Aunque el año pasado sólo se dieron 91 mil 907 apoyos de los 145 mil que la Secretaría de Bienestar proyectó, la baja recuperación en el Fideicomiso de Microcréditos para el Bienestar –en una muestra de 593 expedientes, sólo 48 se pagaron completamente– obligó a que se quitara presupuesto a Sembrando Vida para poder financiar las Tandas, consigna el informe del organismos fiscalizador.

Como resultado, el Fideicomiso de Microcréditos para el Bienestar –donde se concentran el dinero de las Tandas, con el objetivo de que se vuelva un programa con recursos revolventes– pasó de contar con 803 millones 710.9 de pesos disponibles a inicios de 2022, a 547 mil 497.3 millones a finales de ese año. Con esa reducción de 31.9 por ciento, el instrumento fue entregado a Financiera para el Bienestar (Finabien), antes Telecomm, para que recupere los créditos que datan desde 2019.

Las Tandas para el Bienestar fueron uno de los programa prioritarios de esta administración, su cobertura establece las modalidades Consolidación y Mes 13 JCF, para las cuales se contempló otorgar hasta cuatro apoyos financieros de manera progresiva a partir de 6 mil, 10 mil, 15 mil y 20 mil de pesos, respectivamente, una vez que el beneficiario reembolsara el recurso previamente otorgado.

La manera en que se entregaron los créditos es evidenciada por la ASF con base en 593 expedientes, de los 91 mil 907 apoyos que se entregaron. De la muestra solicitada, la Secretaría de Bienestar sólo proporcionó la información de 448, de los otros 145 (24.5 por ciento del total) no se pudo documentar el cumplimiento de criterios para dar de alta a beneficiarios.

En los 448 donde sí se contó con documentación, la ASF detectó que 48 reembolsaron la totalidad de la tanda previa –incluso 5 depositaron de más–; 38 no la pagaron; 2 recibieron el monto correspondiente a un tercer apoyo (15 mil pesos) sin haber acreditado que pasaron por el segundo (de 10 mil ), y 360 no contaron con documentos que acrediten que el beneficiario liquidó todo el apoyo previo.

Las deficiencias en documentar el programa se dieron pese a que éste sólo cumplió con 63.4 por ciento de la meta de cobertura presentada en febrero de 2022, durante la sesión del Comité Técnico del Fideicomiso. Ahí se proyectó el objetivo de llegar a 145 mil tandas con un costo de mil 375 millones de pesos; de ellas, 25 mil correspondían a los primeros apoyos, 115 mil a los segundos, 5 mil a los terceros y ninguno a los cuartos.