El golbol, una práctica que se inventó en 1946 como rehabilitación para los veteranos de la Segunda Guerra Mundial que sufrían debilidad visual, se ha convertido en uno de los deportes de equi-po más emocionantes desde que se integró al programa paralímpico en Toronto 1976. Su dinamis-mo y practicidad logran acaparar la atención del público, tal y como sucedió ayer en Santiago 2023 con el comienzo de esta actividad en los Juegos Parapanamericanos y el arranque prometedor de la selección mexicana femenil.

El oro histórico que logró el combinado nacional en los recientes Parapanamericanos Juveniles surtió efecto en el combinado mayor.

Tres de las seis seleccionadas que ganaron ese certamen fueron convocadas y aportaron la calidad suficiente para que el equipo debutara con un contundente 8-2 sobre Guatemala.

Sara Olguín, Melanie Durán y Yaretzi Santiago llegaron a fortalecer una selección que buscará mejorar el quinto lugar que lograron hace cuatro años, en una disciplina que otorga dos plazas paralímpicas a los ganadores de cada categoría.

En el caso del equipo varonil, el comienzo no fue prometedor. Cayeron 8-4 ante Chile.

Aunque cada uno de los participantes debe tener menos de 10 por ciento de visión, es obligatorio usar vendas en los ojos para anular por completo su horizonte.

Se juega con un balón de goma dura de 25 centímetros de diámetro con un par de cascabeles en su interior para orientarlos mediante el sonido. Tres jugadores por bando se colocan en una portería de nueve metros de largo y 1.3 de alto con la finalidad de atajar los lanzamientos de sus adversarios.

Su destreza para escuchar la trayectoria de la pelota y los reflejos para lanzarse sobre ésta son dos de las cualidades que mejor desarrollan los competidores al golbol.

Silencio y euforia

El público debe permanecer en absoluto silencio, aunque está permitido gritar o aplaudir cuando se anota un gol.

Más tarde, el futbol para ciegos también comenzó su actividad, y México se quedó cerca de sacar un buen resultado a Brasil, la máxima potencia. El partido terminó 1-0 en favor de los sudamericanos, que cuentan con Ricardo Alves, considerado el mejor futbolista de la historia.

Alves, mejor conocido como Ricardinho y quien porta la camiseta número 10, como alguna vez lo hizo el legendario Pelé, ostenta en su palmarés cuatro medallas de oro consecutivas en Juegos Paralímpicos: Pekín 2008, Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020. Además de tres Mundiales y el mismo número de galardones al mejor futbolista ciego del planeta.