Integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) protagonizaron una larga discusión sobre lo que se debe hacer cuando detecten que una persona está afiliada a un partido político y, a la vez, es aspirante a capacitador o supervisor en el actual proceso comicial.

El asunto es relevante, pues los capacitadores seleccionan y alistan a los ciudadanos que contarán los votos el 2 de junio.

Es fundamental que blindemos nuestro proceso para que ningún interés político intervenga en actividades de integración de casillas, advirtió Martín Faz, presidente de la Comisión de Capacitación y Organización Electoral, al defender el plan de restar un punto en la evaluación de los aspirantes a ese supuesto.

Destacó que la norma es clara en cuanto a que los militantes de partidos no pueden ser capacitadores ni supervisores, salvo que su pertenencia a esos institutos políticos haya concluido mínimo hace un año.

La reducción de un punto en la evaluación mereció el rechazo de consejeros y de la representación de Morena, al señalar que ello vulneraría la presunción de inocencia, más cuando los aludidos alegan que fueron inscritos en los partidos sin su consentimiento. Argumentaron que el asunto ya se había resuelto en sesión anterior de Consejo General, y que quienes entonces perdieron la votación intentan ahora meter esa restricción por la vía de adendas.

La consejera Norma de la Cruz subrayó que hasta ahora, 121 mil 252 personas se han inscrito al proceso de selección, y 60 mil 745 ya cumplieron la primera inducción, por lo que la propuesta a discusión daría falta de seguridad jurídica a los aspirantes. Al final, por mayoría de seis votos contra cinco, y a propuesta del consejero Arturo Castillo, prosperó la alternativa de que se abra un procedimiento oficioso de investigación ante casos sospechosos.

La sesión de ayer cerró como empezó, con discusión de consejeros y representantes; en el último tramo fue por el tema de las encuestas no oficiales. Eurípides Flores (Morena) colocó a cuadro carteles con el recuento de 24 estudios de opinión que colocan a su partido y su precandidata presidencial única, Claudia Sheinbaum, en un rango de entre 47.5 y 59 por ciento de las preferencias, contra un nivel de entre 21 y 24 por ciento de la aspirante del movimiento corrupto.

Ello encendió a los representantes de la oposición, quienes criticaron la presentación –en plena mesa de consejo– de afanes triunfalistas; le recordaron que las encuestas han fallado: ahí está Argentina; pongan sus barbitas a remojar, le dijo Víctor Hugo Sondón, del PAN, mientras el perredista Arturo Prida reprochó a los consejeros no revisar la metodología de las encuestas y conteos no oficiales que ahora, aseguró, son herramientas de propaganda. “Nos van a llenar de encuestas patito”.

También los opositores y algunos consejeros se unieron para evitar que en el último punto, correspondiente a asuntos generales, se transmitieran los espots de precampaña, como pidió Morena, en afán –dijo– de analizar el modelo de comunicación política.