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Desde otras ciudades

El candelabro judío en la Puerta de Brandenburgo, en Berlín

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▲ El candelabro también es un símbolo de reconciliación en Berlín.Foto Alia Lira Hartmann
E

n la arquitectura de las capitales europeas hay siempre un monumento que llega a convertirse en símbolo de la ciudad y donde todo turista busca tomarse la foto del recuerdo de su visita. Lo que es a París la Torre Eiffel, a Londres el reloj Big Ben, a Madrid la Puerta de Alcalá, es sin duda alguna en la capital alemana la Puerta de Brandenburgo.

Durante ocho días y coincidiendo con la festividad judía del Jánuca o Hanukkah, se instaló un enorme candelabro con ocho brazos con la estrella de David al centro, de cerca de 10 metros de alto al pie de la Puerta de Brandenburgo, en el centro de Berlín.

Esta acción pretende, entre otras cosas, mostrar la presencia viva del judaísmo en Alemania tras la catástrofe histórica del Holocausto, cuando fueron asesinados 7 millones de judíos bajo el dominio nazi.

También en otras ciudades de Alemania se llevaron a cabo actos similares. De esta manera el gobierno se unió a una de las festividades más importantes del judaísmo, el Jánuca.

El mismo canciller alemán enciende la lámpara con la autoridad más alta de la iglesia judía de la capital. Al mismo tiempo se trata de enviar una señal de solidaridad con el pueblo judío por el conflicto entre Israel y Palestina, que se agudizó recientemente en una guerra sin aparente tregua desde 1948, en que se fundó Israel, y que ha traído sucesivos conflictos con las poblaciones vecinas de países árabes y musulmanes.

El Jánuca es la fiesta de las luces o luminaria, y depende de los ciclos lunares, por lo que en el calendario gregoriano cambia cada año; en este 2023 comenzó el 7 de diciembre para concluir el viernes 15, es decir, se celebra durante ocho días.

Lo que el Jánuca conmemora es la liberación del pueblo judío del dominio griego. El contexto histórico relata que los judíos tenían prohibido practicar su religión durante dos siglos hasta que Jerusalén fue recuperada allá por el año 164 aC.

También se rememora lo que es considerado un milagro. Uno de sus templos, el segundo, había sido profanado. Al recuperarlo se dice que los judíos encontraron una vasija con un poco de aceite, que si acaso alcanzaría para mantener la lámpara encendida una noche. Permaneció prendida durante ocho días, de ahí que la festividad se extienda durante ese periodo.

En la tradición se enciende una vela cada noche simbolizando el hecho de llevar la luz de Dios al mundo, al tiempo de llevar la luz a la oscuridad.

Si hay un objeto que simboliza el judaísmo es el candelabro, que a su vez alude a lo que en esa religión se considera iluminación universal. Cada una de las ramas en vertical representan la diferentes direcciones del conocimiento humano y que su vez serán guiadas por Dios.

En Alemania hay 100 sinagogas. Antes de 1938 estaban registradas más de 2 mil 500. En Berlín actualmente hay seis, tanto ortodoxas como liberales, así como una sefardí, que pertenece a los judíos que vivieron en la península ibérica.

Alia Lira Hartmann, corresponsal