Viernes 22 de diciembre de 2023, p. 22
Al cierre del tercer trimestre de 2023, la economía de Estados Unidos registró su crecimiento más fuerte desde el cuarto trimestre de 2021, impulsado por el gasto de los consumidores.
El producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos creció 4.9 por ciento a tasa anualizada en el tercer trimestre de 2023, según la estimación final de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) dependiente del Departamento de Comercio.
El dato final del crecimiento económico de Estados Unidos, principal socio comercial de México en el tercer trimestre se quedó por debajo del 5.2 por ciento estimado por este mismo organismo a finales de noviembre, pero es un salto desde el 2.1 por ciento del segundo trimestre, y el dato final coincidió con la primera estimación del 4.9 por ciento realizada a finales de octubre.
Pese a la revisión a la baja de la tasa del PIB de Estados Unidos, el crecimiento es el más alto desde el último cuarto de 2021, cuando avanzó de manera trimestral anualizada 7 por ciento.
Hace unos meses, el guion de la economía estadunidense contemplaba que el país estaría adentrándose en una recesión a estas alturas del año, golpeada por la subida de las tasas de interés. La fortaleza del mercado laboral y del consumo han desafiado todas las expectativas y la mayor economía del mundo de momento no sólo no ha frenado, sino que en el tercer trimestre aceleró su crecimiento.
El gasto de los consumidores aumentó menos de lo publicado inicialmente, 3.1 por ciento frente a 3.6 por ciento en la segunda estimación.
El dato del tercer trimestre se ha modificado por el menor consumo, inversión en inventarios privados y un dinamismo más contenido de las exportaciones. Las importaciones también se revisaron a la baja.
Los inventarios privados sumaron 1.27 puntos porcentuales al alza, por debajo de los 1.4 puntos porcentuales de la segunda estimación, y tanto las exportaciones (5.4 por ciento frente a 6 por ciento) como las importaciones (4.2 por ciento contra 5.2 por ciento) aumentaron menos de lo previsto inicialmente.
Los expertos atribuyen esa fortaleza del consumo, que representa más de dos tercios de la economía estadunidense, a factores temporales que impulsaron el gasto en ocio y entretenimiento.