n este tiempo de reflexión, la Nochebuena nos invita a recordar el nacimiento de Jesús, que marcó el inicio de una era centrada en la búsqueda de fraternidad, paz, justicia, entendimiento y felicidad. La Compañía de Jesús abraza la convicción de que es momento de renovarse y buscar la reconciliación y el diálogo, siguiendo el ejemplo de Jesús que enseña que nadie se salva solo, y la salvación proviene de la acogida a las personas más vulnerables.
La Compañía despliega una labor inmensa a lo largo del territorio nacional, marcando más de un siglo de dedicación ininterrumpida en sectores sociales, pastorales y educativos. Nuestra presencia se extiende desde Tijuana hasta Chiapas, encarnando la identidad jesuita como personas de frontera dispuestas a estar donde más se necesita construir esperanza.
Con más de 40 obras-instituciones distribuidas por todo el país, la Compañía abraza las misiones en zonas indígenas y de alta conflictividad, mostrando un compromiso firme con la justicia social y la dignidad de las personas que más lo necesitan. Desde las universidades, colegios, parroquias y obras sociales, reafirmamos la convicción de trabajar hasta que la dignidad se haga costumbre.
La Compañía de Jesús, arraigada en su compromiso, atesora la labor que desempeñan hermanos jesuitas y personas laicas en diversas misiones indígenas y áreas de alta conflictividad y precariedad. Desde las localidades de Cerocahui, Samachique y Creel en Chihuahua, hasta las comunidades de Bachajón y La Arena en Chiapas, y los rincones de Tatahuicapan y Huayacocotla en Veracruz, la presencia jesuita se extiende, alcanzando una red que llega a Valle de Chalco, estado de México, así como en Parras y Torreón en Coahuila, y Plátano y Cacao en Tabasco.
Desde el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS México) en Ciudad Juárez, Tapachula, Frontera Comalapa y Tijuana, acompañamos a las personas migrantes que necesitan asistencia legal y sicosocial. Recientemente, la Compañía de Jesús en México firmó un convenio con JRS Internacional y JRS LAC, con el objetivo de potenciar el acompañamiento para las personas desplazadas, refugiadas y migrantes.
Subrayamos el papel fundamental del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), institución que lleva más de 35 años siendo nuestra voz en la defensa de los derechos humanos. Fundado por mi hermano jesuita, Jesús Chuche
Maldonado, este centro se destaca por su legado ejemplar y la labor de sus diferentes generaciones de equipos. Su impacto se evidencia no sólo en la atención de casos emblemáticos como Tlatlaya, Ayotzinapa, Mujeres de Atenco, Idelfonso Zamora, Jacinta y Pasta de Conchos, sino también en su compromiso con casos de mujeres sobrevivientes de tortura sexual, como #LibertadParaKeren, y con los colectivos de familiares en búsqueda de sus desaparecidos.
Durante una década, los jesuitas hemos trabajado por la reconstrucción del tejido social a través del CIAS por la Paz. Este año concretamos, como Iglesia en México, la Agenda Nacional de Paz
, fruto de los dolorosos asesinatos de mis hermanos Javier y Joaquín en la Sierra Tarahumara en junio de 2022. Esta agenda se constituye en una hoja de ruta para alcanzar la paz en diversas comunidades del país, siempre con la participación, el esfuerzo y la voluntad política de toda la sociedad, en colaboración con los diferentes niveles de gobierno.
Desde la perspectiva educativa, no buscamos simplemente formar a una élite, tampoco nos conformamos con cumplir las funciones típicas de las instituciones académicas. Para la Compañía, es de suma importancia enfrentar y responder a la realidad que nos rodea, un desafío que nos motiva. Por tanto, asumimos la responsabilidad de cultivar en nuestro estudiantado una conciencia social activa, bajo el lema La verdad nos hará libres
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La Compañía cuenta con el Sistema Universitario Jesuita, conformado por las Universidades Ibero, Iteso, TUVCH e ISIA, junto con el Sistema de Colegios y la Red de Colegios Asociados. Éstos, confiados o asociados a la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, son atendidos por personas laicas y jesuitas en diversas regiones del país. Todos comparten una inspiración cristiana y un proyecto educativo común, consolidando así un compromiso colectivo con la excelencia educativa.
La Nochebuena nos llama a practicar y reflexionar sobre la empatía y la misericordia, al mirar directamente a los ojos de aquellos menos favorecidos, abandonando toda forma de indiferencia. Como jesuitas, sentimos el llamado imperativo de intensificar nuestros esfuerzos, desempeñando el papel de constructores de esperanza y reconciliación, y actuando como defensores incansables del amor.
Siguiendo las palabras del papa Francisco en su mensaje navideño, es esencial practicar la escucha, el discernimiento y la acción: tres verbos claves para nuestra jornada de fe. Este llamado nos insta a superar la polarización y el conflicto.
Como jesuitas y guiados por las enseñanzas del Evangelio, anhelamos que la paz florezca como resultado de una justicia genuina, fortalecidos por la buena nueva del nacimiento de Cristo, con el compromiso constante de en todo amar y servir.
* Provincial de la Compañía de Jesús en México