Coatzacoalcos, Ver., El otro tren del sur emprendió un nuevo viaje, que fue de supervisión. A muy temprana hora, el presidente Andrés Manuel López Obrador abordó el convoy para verificar en ruta los avances en la rehabilitación de la Línea FA (Coatzacoalcos a Palenque) del histórico Tren Interoceánico.

Son 328 kilómetros de terminal a terminal y conectará con el Tren Maya, en Palenque, Chiapas.

Información de la Secretaría de Marina –encargada del proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT)–, indica que la Línea FA presenta 41 por ciento de avance y se estima esté funcionado de manera regular para carga y pasajeros a partir de junio del próximo año.

Por segundo día consecutivo, el mandatario federal subió al tren, acompañado por empresarios e integrantes de su gabinete. Viajaron sólo hasta Teapa, Tabasco.

El antiguo tren para pasajeros –un modelo SPV-2000, construido en Estados Unidos a finales de los 70 y rehabilitado para recorrer las rutas del Ferrocarril Interoceánico– volvió a pitar en su andar sobre las vías.

Por la tarde, el jefe del Ejecutivo subió a sus redes un video con aspectos del recorrido inaugural, un día antes, de la Línea Z (Salina Cruz a Coatzacoalcos), jornada que calificó como histórica por el regreso del tren de pasajeros y carga a esta estratégica región, ubicada en el estrecho más angosto de Norteamérica y que será central en el traslado de cargas comerciales entre Asia y la costa este de Estados Unidos.

En el material audiovisual se escucha parte del discurso que el Presidente dio el viernes al dar el banderazo de salida al tren, en la estación Salina Cruz, y se le ve a bordo del convoy, en el vagón VIP, donde viajó con muchos de sus cercanos colaboradores e invitados especiales como el magnate Carlos Slim.

Hay imágenes en las que el mandatario se asoma por una de las ventanas, junto a Slim, y saludan a la gente que cercana a la vía observa el paso del ferrocarril.

El tren tendrá una tercera línea, la K, que es la de mayor longitud, con 459 kilómetros, y correrá desde la estación Ixtepec, en Oaxaca, hasta Ciudad Hidalgo, Chiapas, en los límites de la frontera sur con Guatemala. Hasta ahora tiene 4 por ciento de avance en la rehabilitación de las vías y se espera que pueda iniciar operaciones en septiembre de 2024, con lo que se cerrarían todo el circuito del Ferrocarril Interoceánico.

Geopolíticamente, el tren será central para unir el océano Pacífico con el Atlántico, pero entre la población istmeña hay altas expectativas para que redunde en beneficios en su día a día.

Jorge Rivas Alvarado, el maquinista que operó el viaje inaugural del Presidente, ve en el tren una nueva oportunidad para regresar a su oficio.

Ataviado en los tradicionales overol y gorra que lucían los maquinistas de la vieja guardia, dijo que laboró en los ferrocarriles nacionales, pero con la privatización lo despidieron. Desde 1985 entré a Ferrocarriles Nacionales de México, (pero) nos liquidaron y estuvimos un tiempo fuera. Ahora estamos de regreso gracias al Presidente que nos está apoyando con esto, contó.

Haber recorrido miles de kilómetros como maquinista le ha dado la experiencia para considerar que el camino que atravesó sobre la vía a lo largo del istmo está en óptimas condiciones. Está muy bien, muy buenas las vías, sobre todo los tramos rehabilitados.

La gente también está ansiosa de viajar en el tren, sobre todo quienes en el pasado lo hicieron. La nostalgia se ha expresado en muchas personas, como Ramón Castro.

Es guardia de seguridad privada, pero como el salario no es suficiente, su segunda jornada la hace conduciendo un taxi de aplicación. Recordó que hace años, cuando sus hijos eran pequeños, viajaban constantemente en este tren de este puerto en el Golfo de México a Juchitán, donde tienen familia.

Se le ve emocionado por el regreso del ferrocarril de pasajeros y confió en que pronto, junto a su numerosa familia (esposa, ocho hijos, varias nueras, seis nietos y uno más por nacer), puedan subir de nuevo al tren.