Domingo 7 de enero de 2024, p. 17
Los Ángeles., Un policía estadunidense fue condenado a 14 meses de prisión por su implicación en el asesinato en 2019 de Elijah McClain, un joven afroestadunidense que, sin ser sospechoso de ningún delito, fue detenido con violencia por la policía y al que paramédicos le inyectaron un potente sedante.
El juez de Colorado Mark Werner condenó antier al policía Randy Roedema por agresión en tercer grado y le impuso cuatro años de libertad condicional por el cargo adicional de homicidio por la negligencia criminal que conmocionó al país en la época.
McClain, de 23 años, falleció en agosto de 2019 en Aurora, cerca de Denver, luego de que durante el arresto la policía lo estranguló y le inyectó ketamina para sedarlo, tres días después sufrió un paro cardiaco.
El juez Mark Warner sostuvo que el tribunal estaba “en estado de shock por lo que parece ser verdadera indiferencia ante el sufrimiento de Elijah McClain”.
Sheneen McClain, madre de la víctima, saludó la condena. Cárcel es la única justicia que Randy Roedema merece
, expuso.
McClain fue interceptado en la calle en la localidad de Aurora por la policía, que alegó responder a un llamado sobre una persona sospechosa
que usaba máscara y caminaba con actitud extraña
.
Un oficial dijo que McClain, que estaba desarmado, había intentado alcanzar la pistola de otro oficial, pero no hubo evidencia que respaldara la afirmación.
La familia del joven afirmó que había salido a comprar té helado y que frecuentemente usaba la máscara para mantenerse abrigado porque sufría anemia.
Tres policías fueron llevados a la justicia por el caso, pero sólo Roedema fue declarado culpable.
Los oficiales Jason Rosenblatt y Nathan Woodyard fueron absueltos por el caso.
Los paramédicos Peter Cichuniec y Jeremy Cooper, que asistieron en el caso, también fueron acusados bajo el cargo de homicidio por negligencia criminal, y la justicia los declaró culpables en diciembre. La muerte de McClain ocurrió meses antes del asesinato en Minneápolis de George Floyd, que desencadenó en mayo de 2020 una masiva reacción en Estados Unidos con protestas contra la brutalidad policial hacia las minorías, especialmente negros. El uso excesivo de la fuerza en los arrestos aún es recurrente.