El acelerado desarrollo de las tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA) hacen urgente que las autoridades de México creen una normatividad adecuada que regule las actividades de estos dispositivos, sobre todo por el potencial de desinformación que tienen en contextos electorales, en los que cada vez será más difícil distinguir lo real de lo falso.

Así lo advirtió Franco Palacios, director ejecutivo de la compañía CreAI, quien señaló que aunque este tipo de tecnologías pueden generar pérdidas de empleos en diversas áreas, también pueden dar lugar a nuevos tipos de trabajo, por lo que más que temer la llegada de la IA, es necesario familiarizarse con ésta y saber cómo utilizarla.

En entrevista con La Jornada, el experto consideró que uno de los cambios más importantes que producirá la IA es la afectación o sustitución de diversos trabajos que hoy todavía son realizados por personas. Sin embargo, este es un tema que ha pasado siempre. Ya no tendría que haber trabajos forzosos, porque toda la parte operativa se tiene que llegar a automatizar para que el humano se concentre en áreas que generen valor, gusto y mayor evolución.

No obstante, al mismo tiempo que se cierran algunos espacios, la aparición de la IA puede abrir otros, como lo comprueba el hecho de que CreAI está desarrollando implementos de neutralización de acento, con el fin de que los empleados de call centers en países como Guatemala, Honduras e India puedan hablar inglés con su propio estilo, aunque sus clientes angloparlantes los escuchen con el acento al que están acostumbrados.

Lo anterior, dijo Palacios, “genera una mayor democratización de oportunidades, porque ahora el nivel educativo y de inglés para ser agente de un call center va a ser más bajo, y obviamente esto crea una mayor apertura de oportunidades” laborales.

Sin embargo, una más de las aristas que tiene la tecnología de IA está relacionada con su capacidad cada vez más grande de crear contenidos falsos en audio, video y texto, lo que a su vez hará cada vez más difícil distinguir la realidad de la ficción, o saber si se está interactuando con un ser humano o un programa digital.

Por todo ello, advirtió el especialista, tiene que haber un principio de regulación importante y rápido, porque pierdes la línea de qué es real y qué no es. Frente a las campañas electorales en México y Estados Unidos, por ejemplo, es peligroso, porque te puede generar una cantidad de desinformación tremenda.