Viernes 19 de enero de 2024, p. 22
Washington. En los meses recientes, en pancartas, camisetas, globos y mensajes en redes sociales, ha surgido un símbolo mundial en las protestas contra la guerra de Israel contra la franja de Gaza: la sandía. Los colores de la rebanada de sandía –pulpa roja, cáscara verde y blanca y semillas negras– son los mismos que los de la bandera palestina. De Nueva York a Tel Aviv, de Dubái a Belgrado, la fruta se ha convertido en símbolo de solidaridad, al reunir a activistas que no hablan el mismo idioma ni pertenecen a la misma cultura, pero comparten una causa. En Internet actual abunda en signos pictóricos –imágenes pixeladas, emojis y otros códigos tipográficos– que apuntan al disenso político. El emoji de la sandía es el ejemplo más reciente.
La sandía es parte de la dieta tradicional de Medio Oriente. En Gaza, es parte de una ensalada que originalmente era consumida por las tribus árabes beduinas. Los jóvenes activistas usan cada vez más el icono de la sandía al clamar por un cese el fuego en el enclave. El emoji puede confundir a los algoritmos que, según ellos, emplean las empresas tecnológicas para borrar mensajes que contienen palabras clave como Gaza
o incluso palestino
. La gran repercusión de la imagen de la fruta se debe también a que contiene semillas. Hay un dicho, atribuido al poeta griego Dinos Christianopoulos, que los activistas citan con frecuencia: Quisieron enterrarnos. No sabían que éramos semillas
.