Sábado 27 de enero de 2024, p. 22
Morelia, Mich., El año pasado, en la entidad llovió 40 por ciento menos en comparación con 2022, por lo que las 24 presas que hay en la entidad, en promedio apenas rebasan 57 por ciento de su capacidad, informó la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (Ceac).
El organismo explicó que tanto el cambio climático como el de uso de suelo y la sobrexplotación de los recursos acuícolas provocaron grave sequía en 70 por ciento del territorio, a pesar que ancestralmente la entidad fue reconocida por sus abundantes recursos hídricos.
Alejandro Méndez, titular de la Secretaría de Medio Ambiente de la entidad explicó que la cuenca del río Balsas tuvo problemas de sequía muy graves en 2023 y la próxima temporada de estiaje no será la excepción. Agregó que el gobierno del estado destinará 400 millones de pesos para infraestructura hídrica, atender fugas de agua en tuberías y mejorar canales de conducción en tierras de riego, así como mejoramiento de pozos, entre otras medidas.
Actualmente las presas de Michoacán registran un nivel promedio de 57 por ciento de su capacidad total. Las de la región Lerma están a 47 por ciento, mientras en la región Balsas, 60 por ciento.
Temporada de sequía
La presa Cointzio se encuentra a 57 por ciento de su capacidad, y es la principal fuente de abastecimiento de agua potable de Morelia. Se prevé que en marzo inicie la temporada de sequía y severos problemas de escasez del líquido principalmente en las 200 colonias irregulares.
Las presas de Infiernillo, Tepuxtepec, El Bosque, Mata de Pinos están a 58 por ciento en promedio, por lo que seguramente se reducirá el riego a zonas de cultivo de las regiones de Tierra Caliente y el oriente del estado. Por la falta de lluvia, se perdieron 58 mil hectáreas de temporal, y los municipios más afectados fueron Churumuco, Huetamo, San Lucas,Tiquicheo, Susupuato y Tuzantla.
Las zonas boscosas son las que más producen agua y en la entidad se ha perdido al menos 50 por ciento de recursos forestales por el cambio de uso de suelo. Ambientalistas, líderes comuneros y ejidatarios, señalaron que son los productores de aguacate y frutillas rojas o berries los que más utilizan el líquido.